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LA TRIBUNA: La nevada prodigiosa  Exclusiva
Agregar a favoritos | Imprimir | e-mail | Corregir   10:44 11-01-2010 / spanish.china.org.cn
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Por Manuel Pavón Belizón

 

Año de nieves, año de bienes. Así reza el dicho popular y, de ser cierto, a China le espera un año muy, muy propicio.

Quizá la sabiduría popular tenga razón. Que se lo pregunten a los vendedores de bufandas, guantes y demás prendas de abrigo, que han comenzado el año con buenas ventas. Por lo que respecta al resto de los mortales, por ahora las nevadas han causado más problemas que ventajas: cortes de tráfico, problemas en el suministro energético, escasez de productos, suspensión de las clases...

Al parecer, desde 1951 no caía sobre Beijing una nevada tan intensa. Desde el día 2 al 4 de enero, junto con el nuevo año, la nieve ha entrado en las calles pekinesas sin descanso, cubriendo las aceras de una espesa capa blanca. Y todo ello, sazonado con unas temperaturas de 16 grados bajo cero.

La nevada prodigiosa 1

Bicicletas de alquiler esperan sobre las aceras con nieve acumulada, una escena que se repite por todo Pekín.

Beijing, ciudad de los prodigios

Beijing, en estos días, es una ciudad frigorífico. Muchas tiendas y supermercados pequeños optaron por desconectar sus refrigeradores, porque las bajas temperaturas del aparato unidas a la gélida temperatura ambiente provocaban que las bebidas no ya se mantuvieran frescas, sino que se congelaran completamente en el interior del aparato. De esta forma, uno puede comprar una botella de refresco solidificado que deberá dejar un rato junto a la calefacción para que vuelva a su estado líquido original. Y para mantener frescos los productos, no hace falta refrigerador: con dejarlos en el balcón o junto a la ventana, basta.

Sin noticias del taxista

Otro prodigio en estos días de nevada: los taxis desaparecieron de las calles. Ante las condiciones adversas, muchos de los 67.000 taxis que cada día pululan sin cesar por las calles de la capital, se quedaron aparcados por descanso o simplemente por temor a los accidentes que una calzada nevada puede acarrear.

Lo cierto es que durante los días de nevada y en hora punta, resultó imposible para muchos encontrar un taxi. Para más inri, algunos de los que sí circulaban aprovecharon la coyuntura para aumentar sus beneficios, convirtiéndose en ‘heiche’ (‘coches negros’ que, sin tener licencia como taxis, ofrecen tal servicio a precios más elevados que los legales). Muchos usuarios, en especial extranjeros recién llegados, se encontraron con que, al llegar al destino, el taxista les pedía precios exagerados por el servicio. Todo ello, obviamente, sin haber puesto en marcha el taxímetro.

Por todo ello, son muchos los residentes en Beijing que se han quejado de la actitud de los taxistas y critican el hecho de que, siendo un servicio público, los taxis dependan de voluntades privadas arbitrarias, y reclaman un mayor control público sobre el sector.

La nevada prodigiosa 2

Tres pekineses descansan sobre sus bici-carros, haciendo frente con sus gruesos abrigos militares a las temperaturas más bajas en 50 años.



Los trineos son para el invierno

Además de los vendedores de ropa de abrigo, el otro colectivo que más temprano ha recibido los beneficios que la nieve augura para el 2010 son los escolares de primaria y secundaria, que no tuvieron que asistir a clases.

No sólo en Beijing, sino también en la cercana Tianjin, la provincia de Hebei y otras del norte del país, las escuelas primarias y secundarias han suspendido el reinicio de las clases tras el año nuevo, como medida de prevención y para garantizar la seguridad de los estudiantes, así como para evitar la expansión de la gripe A, que podría reforzarse con las bajas temperaturas. Esta medida no se tomaba desde el año 2003, cuando tuvo lugar la crisis por el Síndrome Respiratorio Agudo Grave.

Sin clases, los niños han podido aprovechar para disfrutar jugando en la nieve o en las numerosas pistas de hielo que, improvisadas o no, existen en varios lugares de la capital.

Cae la nieve, suben los precios

Las fuertes nevadas han ocasionado problemas en las comunicaciones en el norte del país, con anulación de vuelos, trenes y corte de carreteras. Muchos vehículos quedaron bloqueados o no pudieron salir por las malas condiciones climáticas. Entre ellos, los camiones de distribución de productos alimentarios, que no pudieron llegar a su destino.

Así, los estantes de muchas tiendas y pequeños supermercados de la capital se quedaron vacíos, al no poder recibir la entrega diaria de productos. Muchos negocios no tenían más verduras disponibles a la venta y los precios de las coles y las coliflores sufrieron un incremento considerable debido a la escasez por los problemas del transporte.

La nevada prodigiosa 3

Un trabajador de mantenimiento retira con una pala la nieve acumulada sobre los arbustos. Equipos de operarios se han afanado estos días en sus labores para despejar las calles de nieve.



Voluntarios contra los elementos

Son muchos los que se han movilizado para hacer frente a la nevada. Además de las medidas tomadas por las autoridades, que en algunos casos se revelaron insuficientes, muchos ciudadanos arrimaron el hombro de forma desinteresada, organizándose en equipos con palas y sal para retirar la nieve de las calzadas o haciéndolo de forma individual en sus vecindarios, despejando las entradas de sus viviendas.

Sin embargo, algo realmente admirable son esos voluntarios que organizan (o al menos lo intentan) las paradas de autobús de la capital. Son, en su mayoría, jubilados que no reciben nada a cambio por la labor que realizan y que, a pesar del frío, el viento y la nieve, se mantienen fieles a su cometido con la misma diligencia o más que en otros días con condiciones menos difíciles.

La señora Zhang realiza su labor en una parada de autobús cercana a Chegongzhuang. Bien pertrechada con un grueso abrigo, agita una banderita para señalar a los autobuses dónde estacionar, a la vez que da indicaciones e información a los apresurados usuarios, todo ello de forma enérgica, como si las temperaturas no fueran con ella. Su afán de servicio y dedicación merece todo el reconocimiento.

En definitiva, esperemos que estas nieves sean un buen augurio para este año que comienza. Y que sean también una lección para evitar problemas y estar mejor preparados si el fenómeno se repite.


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11-01-2010 , spanish.china.org.cn
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