Un pozo se ha convertido en protagonista de un pequeño pueblo del norte de China, cuando de sus paredes ha comenzado a manar agua a 104 grados centígrados, a pesar de que la temperatura ambiente es de 17 grados bajo cero.
La temperatura de las fuentes termales del pueblo de Yanggao, ubicado a unos 52 kilómetros al oeste de la ciudad de Datong, en la septentrional provincia de Shanxi, oscila normalmente entre los 25 y los 45 grados centígrados.
El pozo es parte de un programa del gobierno local para explotar los recursos geotérmicos, con el objetivo de desarrollar servicios de spa y turismo.
Lu Shiming, un experto de conservación de agua del Buró de Recursos Hídricos de Yanggao, que supervisó la excavación el domingo, dijo que las extremas temperaturas que alcanza el agua que brota del pozo ya han estropeado dos termómetros de mercurio.
"Tenemos que usar un termómetro de infrarrojos para poder medir la temperatura del agua que sale del pozo", dijo Lu.
El pozo ha atraído la atención de los locales.
La curiosidad de Wang Yuan, un campesino de la zona, le llevo a transportar una canasta de huevos hasta la fuente termal y a sumergirlos en el agua.
Después de unos siete minutos, sacó los huevos y les quitó la cáscara, "están completamente cocidos", aseguró Wang.
Lu Shiming indicó que el departamento de recursos hídricos local ha tomado muestras del agua para examinar sus componentes metálicos, pero hasta ahora se desconoce que es lo que causa que el agua desprenda un fuerte olor acre.
Los récords anteriores mostraron que las fuentes termales locales contienen gran cantidad de carbonato de calcio y trazas de 28 suplementos minerales. El origen de estas fuentes termales se encuentra en conjunto volcánico de Datong que cubre un campo geotérmico de 2,3 kilómetros cuadrados.
El nuevo pozo, con una profundidad de unos 178 metros, produce 40 toneladas de agua por hora. Fin