Un koala llamado Sam, rescatado de los incendios ocurridos en Gippsland (Australia), recibe cuidados en el Centro para la Vida Salvaje de Mountain Ash, en Rawson, 170 kilómetros al este de Melbourne, donde los trabajadores se esfuerzan por curar las heridas de possums, canguros y lagartos.
Los koalas australianos podrían estinguirse en un periodo de 30 años, según advirtieron esta semana algunos conservacionistas, que pidieron que este animal icono nacional de Australia sea declarado especie en peligro.
La Australian Koala Foundation dijo que un estudio reciente muestra que el número de ejemplares podría haberse reducido a más de la mitad durante los últimos seis años, debido a factores como el cambio climático, las enfermedades y el sobredesarrollismo.
El estudio indica que existen entre 43.000 y 80.000 ejemplares de koala en el continente australiano, una cifra inferior a los 100.000 que se estimaban en 2003, según indicó la jefa de la fundación, Deborah Tabart.
Un gran número de koalas han perecido a causa de un brote de clamidia, una enfermedad de transmisión sexual, mientras que otros se han visto afectados por la pérdida de su hábitat, debido a la deforestación y el cambio climático. El aumento de las temperaturas y la sequedad del ambiente han reducido el valor nutricional de su alimento de base, las hojas de eucalipto, lo que ha generado un problema de malnutrición en los animales.
Tabart indica que estas constataciones, basadas en estudios de más de 2 mil zonas forestales, apuntan a una posible extinción de la especie en 30 años, si el gobierno no toma medidas. La jefa afirma igualmente que “el cambio climático ha empezado a afectar a los koalas”.
Los grupos conservacionistas han intentado sin éxito que esta especie fuera declarada en peligro en 2006. Los nuevos datos corroboran su drástica reducción, pero, según Tabart, aún existe cierta oposición a la protección de los koalas.
El investigador Bill Ellis afirma haber hallado evidencias de extinciones localizadas y de “descensos marcados de la población” a lo largo de la costa este australiana.
Se supone que el Comité Gubernamental para las Especies en Peligro debería hacer una recomendación en tal sentido para mediados de 2010, pero uno de sus representantes, Bob Beeton, sostiene que la condición del koala como uno de los animales favoritos del país no determinará la decisión. “Tendremos con el koala el mismo nivel de diligencia y dedicación que pudiéramos tener con las serpientes venenosas”.