Li Yunxia no está segura de lo que le pasó cuando el terrible terremoto sacudió Wenchuan el pasado año. Recuerda estar cayendo durante una eternidad antes de perder la conciencia por el dolor y la pérdida de sangre. Como resultado de la caída se fracturó dos vértebras y su pelvis quedó destrozada.
Li, una veinteañera de Chongzhou, una pequeña ciudad cerca de Chengdu, fue trasladada al Hospital del Pueblo Número Dos de la capital provincial, donde fue sometida a una complicada intervención, tras la cual permaneció seis meses en el centro de rehabilitación del hospital, donde recibió atención médica y psicológica. La joven fue dada de alta del hospital en diciembre del año pasado, pero necesita volver periódicamente para realizar algunos reconocimientos.
La propia Li nos dice sobre su recuperación que “el progreso ha sido enorme. Pensaba que me había quedado paralítica. Cuando llegué aquí estaba acostada en la cama y no podía moverme en absoluto. Pero ahora, bien mirado, me siento como una persona sana normal. Por fuera, no es posible ver la diferencia.”
Li Pan, una de las doctoras que ha estado ayudando a la paciente durante el tratamiento, explica que “Li tiene una fijación de la vértebra que seguramente requerirá de una segunda operación”. Ella era todavía una médica en prácticas recién salida de la universidad cuando ocurrió el desastre, y recuerda ahora cómo, al mismo tiempo que docenas de víctimas del terremoto llegaban al hospital en los primeros días tras el desastre, continuos temblores seguían produciéndose, interrumpiendo los tratamientos y operaciones y aterrorizando al personal y a los traumatizados pacientes.
Luo Lun, director de la unidad de rehabilitación del hospital, ha contado en 327 las víctimas del terremoto que han sido atendidas por su departamento, de las cuales cuatro permanecen todavía ingresadas. El tiempo de estancia de promedio para el 80 por ciento de los pacientes fue de unos tres meses, pero el 20 por ciento restante, que sufrieron lesiones más serias, como lesiones de la médula espinal o neuro-craneales, permanecieron en el hospital durante seis meses o más.