Tras los últimos días de Pan en Francia, ella dejó un testamento declarando que esperaba que sus pinturas regresasen a su tierra natal. Más tarde, más de 4.000 pinturas fueron donadas al Museo Provincial de Anhui.
Las otras fueron coleccionadas por el Gobierno Municipal de París, el Ministerio de Educación Francés, la Moderna Galería de Arte Nacional y el Museo Cernushi.