Entre las prendas que integraron el traje espacial diseñado para las misiones Apolo, se incluían unas plantillas para las botas que ofrecían a los astronautas que las calzaban una mayor comodidad y ventilación al caminar. Estas plantillas fueron adoptadas por los fabricantes de calzado deportivo para reducir el impacto en pies y rodillas mientras se practica ejercicio, distribuir la carga y reabsorber la energía que se produce durante una carrera.