Según un despacho de Interfax de Rusia, el científico ruso Evgeny Dmitriyev, del Centro de Protección Planetaria Lavochkin, anunció el jueves pasado que encontró fragmentos biológicos petrificados en los meteoritos caídos en las regiones rusas de Tunguska y Krasnoturan.
Los datos obtenidos del laboratorio mostraron que en los remanentes de los meteoritos, el contenido de cobalto y titanio era del 3%, el de cobre del 6%, el de níquel del 7,5%, y el de zinc del 20%. Además, la proporción de manganeso era 40 veces mayor que la que se encuentra en el vidrio normal.
Tras 15 años de investigación, los científicos concluyeron que existía posibilidad de que estas sustancias fueran fragmentos de esqueletos de seres extraterrestres similares a los organismos marinos de la Tierra en la antigüedad. Los fragmentos eran tan finos que sólo pueden ser observados con microscopio.
En un primer momento, Dmitriyev creyó que provenían del satélite de Júpiter u otros planetas gigantes. Los científicos han encontrado sustancias similares en otros lugares donde cayeron meteoritos.