Según la revista británica New Scientist, dos científicos españoles han hecho una nueva interpretación de la misteriosa sonrisa de Mona Lisa valiéndose de análisis neurológicos y ópticos. Sostienen que la sonrisa, que desaparece de vez en cuando, es debida a un error visual, porque al observarla nuestros ojos mandan diferentes mensajes a nuestro cerebro.
La Mona Lisa, que está considerada el retrato más célebre del mundo, fue creada por Leonardo da Vinci, famoso pintor italiano. Su sonrisa desprende un misterioso encanto que ha sido discutido y celebrado largamente en los círculos artísticos. ¿Por qué su rostro radiante se vuelve de repente muy serio? Esta sonrisa misteriosa ha dejado aturdidos durante años a sus innumerables contempladores e investigadores.
Luis Martínez Otelo y Diego Alonso Pablos, científicos de la Academia de Neurociencias de Alicante, España, realizaron estudios profundos de la obra, y han llegado a la conclusión de que en todo el misterio tienen mucho que ver las diferentes células de la retina, que transmiten distintas clases de mensajes o “canales” al cerebro, los cuales se encargan de codificar el tamaño, la claridad, la luminosidad y la ubicación de los objetos al alcance de la vista y que en este caso podrían resultar contradictorios. Así, Otelo señala que a veces, cuando un canal predomina sobre otro, puedes ver la sonrisa, mientras que cuando es otro canal el dominante, dejas de verla.
Esta no es la primera vez que los científicos tratan de interpretar esta famosa obra de Da Vinci. En 1993, la historiadora de arte canadiense Susan Giroux anunció el resultado de una investigación sorprendente, afirmando que los fascinantes labios de Mona Lisa son la espalda desnuda de un hombre. El Dr. Joseph Baokowski de Maryland, Estados Unidos, opina que Mona Lisa no está en absoluto sonriendo, sino que su gesto indica con claridad que ella intenta encubrir la falta de dientes incisivos. El Dr. Jean Jacques Condette, especialista en cirugía cerebral de Lyon, Francia, sostiene por su parte que acaba de sufrir una apoplejía y el músculo de la mitad de su cara es flojo, por lo que su rostro algo lateral muestra una sonrisa.
