Las hormigas migratorias consiguen orientarse gracias a que sus antenas cuentan con partículas magnéticas que pueden captar los polos geomagnéticos terrestres, según un estudio realizado por una investigadora brasileña.
La investigación fue realizada por la física Jandira Oliveira como su tesis de doctorado ante el Centro Brasileño de Pesquisas Físicas(CBPF) y contó con la colaboración de la Universidad Técnica de Múnich (Alemania), informó hoy Ciencia Hoje, un portal de noticias de la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia.
Los resultados del estudio fueron destacados en un artículo publicado en la última edición de la revista científica Journal of the Royal Society Interface.
La investigación fue hecha con especies de Pachycondyla marginata, una hormiga negra emigrante de cerca de un centímetro de extensión y que puede ser encontrada en Brasil y algunos países vecinos.
La investigadora descubrió que las antenas de estas hormigas tiene una gran cantidad de partículas magnéticas que pueden funcionar como sensores para detectar la ubicación de los llamados polos geomagnéticos de la tierra (polo norte y polo sur).
La función magnética de las antenas explicaría en parte, por lo menos para las hormigas, la influencia que tiene el campo geomagnético de la Tierra en la orientación de los animales, que ha sido verificada hasta en vacas.
Según la investigadora, los campos geomagnéticos funcionan como imanes que atraen diferentes sensores de los animales y que ayudan a los mismos a orientarse.
Los animales pueden transformar la atracción magnética en señales neuronales que el sistema nervioso conduce hasta el cerebro.
Pese a que la llamada magnetorrecepción ha sido estudiada y confirmada en diversos especies, hasta ahora se desconocían los mecanismos que permiten a los animales percibir el campo magnético y transmitir esa información al cerebro.
El estudio de Oliveira refuerza la hipótesis de que esa sensibilidad al campo magnético, por lo menos en las hormigas, obedece a la presencia de las partículas magnéticas en estructuras conectadas al sistema nervioso de los animales.
La investigadora descubrió que las hormigas migratorias de la especie estudiada avanzan en ángulos de cerca de 13 grados con respecto al eje magnético norte-sur de la Tierra.
La orientación tiende a ser establecida generalmente al final de la tarde, cuando ya es difícil detectar características del paisaje que puedan ayudar a los animales a adoptar una dirección.
"La elección de las antenas para el análisis no fue hecha al azar", explicó, en declaraciones citadas por Ciencia Hoje, la biofísica Darci Motta Esquivel, que orientó la investigación de Oliveira.
Estudios anteriores ya habían identificado a las antenas como losórganos mas probables para la ubicación de los sensores de los animales.
La investigadora decidió analizar entonces tres minúsculos pedazos de las antenas de las hormigas que están en el interior de los tejidos y conectados al sistema nervioso del insecto, cada una de apenas 0,1 milímetros.
Estas partes fueron divididas en miles de pedazos y observadas a través de microscopios electrónicos.
"Detectamos varios tipos de óxido de hierro, que son materiales magnéticos, junto a partículas no magnéticas como aluminio y silicio", dijo Oliveira.
"La cantidad de partículas magnéticas hallada es suficiente para funcionar como sensor y les permite a las hormigas captar los campos magnéticos", agregó.
La investigadora se propone ahora investigar de qué forma losóxidos de hierro sirven como sensores para captar los campos magnéticos y si ellos están presentes en otro tipo de insectos.