Esta hermosa imagen de una “mano cósmica” alcanzando las estrellas ha sido capturada por el observatorio de la Nasa.

Una nebulosa formada por un púlsar que se expande a ciento cincuenta años luz de la Tierra se ve en esta imagen tomada por el satélite del Observatorio de Rayos X de Chandra de la NASA el pasado tres de abril. Este púlsar, de un diámetro de más de diecinueve kilómetros, gira a una velocidad de siete revoluciones por segundo y tiene un campo magnético en su superficie que se estima es quince trillones de veces más fuerte que el de la Tierra. Esta combinación de una rotación rapidísima y un campo magnético ultra-fuerte provoca una nube energética de electrones e iones, que finalmente ha creado la nebulosa que podemos apreciar en la imagen.
Lo que parece, con un poco de imaginación, los dedos extendidos de una mano gigante, es el resultado de la energía desprendida por la rotación a alta velocidad de un púlsar, o estrella de neutrones.
A pesar de que el púlsar en sí mismo tiene sólo diecinueve kilómetros de diámetro, la nebulosa que produce se extiende a través de ciento cincuenta años luz en el espacio.
La imagen fue tomada por el Observatorio Chandra de la NASA, que se encuentra girando a 579.36 Km. por encima de la Tierra captando imágenes de puntos con grandes concentraciones de energía en el Universo, como por ejemplo los que quedan después de la explosión de una estrella.
Apodada como la Mano de Dios, siguiendo la terminología adoptada por los astrónomos europeos que el pasado mes de febrero bautizaron un descubrimiento similar como el Ojo de Dios, esta nebulosa fue creada por el púlsar B1509, que está a unos diecisiete mil años luz de distancia.
Las estrellas de neutrones se crean cuando una estrella común se colapsa. La NASA cree que la que aparece en la imagen está rotando a la altísima velocidad de siete revoluciones por segundo.
Las luces rojizas y doradas de la imagen son de hecho parte de una vecina nube de gas, que ha recibe la influencia de la nube de electrones e iones que desprende la púlsar.
Los colores de la imagen representan diferentes intensidades de energía. Las luces azules son las áreas de mayor concentración energética, seguidas de las verdes y después las rojas.