La aldea parece haber florecido cuando regresó a los principios comunales maoístas a inicios de los años 80, quizá incluso más de lo que lo hizo en los 60, cuando las rigurosas leyes de Mao manejaban al país entero, y millones perecieron peleando en batallas y de hambre.

Los barrios bajos rurales de Nanjiecun fueron reemplazados por departamentos, un arco chino tradicional fue erigido en la entrada de la aldea.

Hay una gran plaza con una enorme estatua de Mao, y pósters de otros héroes comunistas: Karl Marx, Lenin, Stalin.Banderas rojas por todos lados.

Las nuevas empresas en las antiguas tierras agrícolas atrajeron inversiones externas, para elaborar fideos, cerveza y medicamentos.

Hay un diario y una estación de radio que levanta a la aldea cada mañana con esas canciones del presidente Mao. La estación de televisión tiene vídeos de muchas más celebraciones.