Existen sospechas también sobre la distribución de las ganancias petroleras. Según estadísticas del Gobierno, desde la toma de posesión de Chávez, la tasa de desempleo bajó en un 6,4 por ciento, y la tasa de pobreza en un 6 por ciento. Pero los analistas y economistas enfatizan su disconformidad con el empleo de los enormes ingresos petroleros.