China fue el primer país del mundo en producir vinagre a partir de los granos. La historia escrita del vinagre data del siglo VIII antes de Cristo. Durante el Periodo de Primavera y Otoño aparecieron los primeros talleres profesionales dedicados a la producción de vinagre. El libro Qi Min Yao Shu, escrito en la dinastía Wei del Norte (386-534 n.e.), recoge 22 métodos para la producción de vinagre, algunos de los cuales aún se usan en nuestros días. En la antigüedad, al vinagre también se le llamaba “vino amargo”, “vino ácido”, “vinagre de arroz”, etc. El antiguo refrán “leña, arroz, aceite, sal, salsa, vinagre y té son indispensables en nuestra vida diaria” indica que el vinagre ha jugado un papel importante en la vida de los chinos durante muchos años.
Según cuenta la historia, un hombre llamado Heita, hijo de Du Kang, inventor del vino en la dinastía Xia de China (siglos XXI-XVI antes de Cristo), inventó el vinagre. Heita aprendió la técnica de fabricación de vino de su padre y creyó un desperdicio botar los restos del vino, de manera que los almacenó en un bote. Cuando abrió el bote algún tiempo después, un aroma desconocido despertó sus fosas nasales. Atraído por tan especial aroma, Heita no podía hacer otra cosa que probarlo. El sabor era delicioso, una mezcla de agrio y dulce, de manera que lo tomó como un sazonador, que luego sería llamado “vinagre”.