“Tenía 29 años al graduarme. No había ningún problema para ir al extranjero con una carta de recomendación escrita por mi abuelo. Mis compañeros residentes en el extranjero ya tenían sus propios coches y casas. Podría vivir mejor en el extranjero, pero no podría cambiar esta industria desde dentro, en China. Era un joven entusiasta e idealista. Veía cambiar cada año a los chicos de la misma generación que estudiaban otras carreras, sin embargo, el sector por lo que me había esforzado tanto se quedaba atrás. Por eso tenía mucho empeño en hacer algo por la acupuntura. Presentaba muchos ideas en las investigaciones científicas, pero los expertos las rechazaban porque eran difíciles de materializar”, cuenta.
El ideal era desarrollar aún más la acupuntura, pero yo pensaba más en cómo salvarla. Resultó que fracasaron sucesivamente el ideal de salvar la medicina tradicional china y los futuros.”
En opinión de Cheng Kai, los médicos están divididos en tres niveles: los que manejan ciertos conocimientos y habilidades; los que acumulan experiencia y tienen sus propias opiniones en algunos ámbitos; y los que ejercen un importante papel para la promoción de la carrera y la industria.
“En la actualidad ¿cómo definir a los acupuntores? ¿Dónde está el mercado de acupuntura dentro de China? A pesar de que los acupuntores pueden subsistir en el extranjero, no es nada fácil para ellos integrarse en la sociedad de acogida”.
Cheng Kai ha oído a los que regresan del extranjero contar que en otros países, siempre hay pequeño espacio dividido con cortinas, con una camilla y chinos que hacen el masaje de acupuntura. “Las personas que hacen la acupuntura en el extranjero son las personas con poco talento. Mi abuelo ha luchado toda la vida para subrayar las peculiaridades de la medicina tradicional china. Como su sucesor, debo prestar atención a un nuevo tema de estudio: la posible comercialización de la acupuntura”.
Comparado con Cheng Kai, Song Weilun, proveniente de Taiwán, lleva a cabo la acupuntura de una forma más sofisticada y más personalizada. Song, de 33 años de edad, también viene de una familia ilustre de la medicina tradicional china. Empezó a estudiar la acupuntura con su madre desde el segundo año de la universidad.
En su opinión, para la medicina tradicinal, es más importante la enseñanza de maestros a discípulos o la herencia; la educación institucional académica, que concede importancia tanto a la medicina china como a la occidental, es solamente una vía indispensable para lograr el título de médico.