Una aldea de botellas que se encuentra en Estados Unidos atrae a múltiples turistas extranjeros. La gran obra fue construída por Tressa Prisbrey, una anciana pobre que ha vivido en California, con las botellas que había coleccionado durante 25 años entre 1956 y 1982. Su objetivo preliminar fue levantar una casa con las 17.000 botellas recogidas por ella misma. Finalmente completó en su vida un paso peatonal, una iglesia y un pozo de los deseos, así como otras diez construcciones conviertiendo la aldea en uno de los lugares más turísticos de California.
En 1979, la aldea fue incluída oficialmente por el gobierno de California en las construcciones más representativas del Estado.