Si te cuento que una abuela de cien años puede trepar árboles más rápido que un mono, probablemante no me creerías. Sin embargo, en la provincia china suroccidental de Yunnan esto es posible y la gente a menudo considera este prodigio como “una de las ocho maravillas de Yunnan”.

Fue mi guía quien me contó la historia, un joven amigable perteneciente a la etnia Yi, durante nuestra visita a la Plantación-Museo del Té Pu’er de China, en el pueblo de Simao, en Yunnan. Según me dijo él, esta veloz abuelita sigue viva e incluso tiene su propio jardín de té, del que cuida a diario. Todos sentíamos gran curiosidad por esta mujer y por cómo era capaz de hacer algo así a tan avanzada edad.

El guía nos explicó que los efectos beneficiosos para la salud del té Pu’er, que se produce en esta región, habían sido demostrados mediante análisis médicos, lo que ha hecho que se le considere como ‘té medicinal’ o ‘Tónico maravilloso’. Aquellos que han consumido té Pu’er durante mucho tiempo también dicen que posee propiedades anti-envejecimiento y que puede prolongar la vida.

Los efectos son realmente sorprendentes. Hay referencias a los efectos benéficos del té Pu’er en varios escritos antiguos y libros famosos a lo largo de la historia china. Se cree firmemente que el té proporciona una amplia gama de beneficios para la salud, incluyendo control diabético y prevención de enfermedades coronarias, además de facilitar la digestión y el adelgazamiento.

También supimos que el té Pu’er ha gozado de popularidad en China durante más de 1.700 años. Durante siglos se entregó como tributo al Emperador y a los oficiales de alto rango en la Corte Imperial china, con tanta frecuencia que llegó a ser conocido como ‘Té del tributo’.

El té es una de las bebidas más populares del mundo, junto con el café y el cacao. Y el té Pu’er ha sido considerado el ‘rey de los tés’.

La Plantación-Museo en Simao da vida al té Pu’er. Puedes pasar un día entero en los jardines, aprender cómo colectar hojas de té –en la antigüedad, para hacerlo, debías ser una doncella e ir a la plantación antes del amanecer-, procesar las hojas a mano, hacer diferentes formas de té, como pasteles, bloques o en hojas sueltas, y finalmente, grabar tu nombre o el de la persona a quien quieras regalarlo en un paquete de té. El proceso de producción del té ha convertido la plantación en un parque de atracciones gigantesco.

La experiencia no será completa si no se visita el museo del té y una casa donde una docena de jóvenes de la etnia Lahu sirven el té del modo en que se ha hecho durante cientos de años.

Para terminar, una pequeña sugerencia: carga bien las baterías de tu cámara –querrás tomar montones de fotos entre los cultivos y los alrededores.