Luego del cierre de la fábrica en la que trabajaban, otros mil quinientos trabajadores del sur de China han sido víctimas de la grave situación financiera global.

La compañia hongkonesa BEP International Holdings Limited anunció la semana pasada que cerraría su fábrica de Shenzhen, provincia de Guangdong, esta semana luego de que sus exportaciones han caído drásticamente en lo que va del año, registrando grandes pérdidas, explicó uno de sus voceros.

Durante las últimas semanas, la compañia debía a sus trabajadores pagos atrasados. Luego de la noticia, algunos trabajadores han encontrado trabajo en otras fábricas de la fronteriza ciudad, según reportes.

BEP, fundada en 1986, era una compañia orientada a la exportación. Anualmente, la mayor parte de sus cinco millones de productos electrodomésticos se vendía a Europa, Estados Unidos, Asia, Medio Oriente, Australia y Nueva Zelanda. En 1992 estableció una fábrica de más de 22 mil metros cuadrados en la sureña Shenzhen.

La semana pasada, siete mil personas quedaron sin empleo en Dongguan, también en Guangdong, luego de que la hongkonesa Smart Union Group Limited cerrara dos fábricas. Este grupo es uno de los más grandes fabricantes de juguetes a nivel mundial. La mayoría de sus productos se vendían en el mercado americano.