La nicotina podría hacer que el cáncer de mama se extienda hacia otras partes del cuerpo, publicó en uno de sus últimos estudios la Cancer Research, una revista de la Asociación Americana de Investigación sobre el Cáncer.

De acuerdo con el estudio, aunque los científicos aún necesitan tiempo para determinar cuál es el papel exacto de la nicotina en el esparcimiento del cáncer de mama, no hay duda de que contribuye a acelarar el mortal proceso de la metástasis.

Además de servir como una advertencia más en contra del tabaquismo, el descubrimiento podría beneficiar el desarrollo de nuevas medicinas en contra de esta fatal enfermedad, señalaron los investigadores.

La nicotina, un componente del tabaco, ha sido vinculada con una larga serie de males que va desde cáncer de pulmón, hasta cáncer de cuello y cabeza, próstata, entre otros.

“Sabemos que entre 10 y 12 receptores de nicotina aparecen en la superficie de varias células”, explicó Chang Yanchen, doctor del departamento de oncología, que participó en el estudio. “No sabemos por qué los receptores de nicotina aparecen en todas las superficies celulares de distintos tejidos, pero sabemos que la nicotina es un neurotransmisor muy importante en el sistema nervioso central. Hay reportes de que puede fomentar la transmisión intra-celular entre células malignas en el cáncer de pulmón”.

Por lo tanto, aunque gran parte de la investigación se ha enfocado en los efectos de la nicotina sobre el sistema nervioso, los resultados más recientes señalan que esta sustancia también podría activar canales de comunicación entre células no neuronales, incluyendo células malignas, fomentando así su reproducción, explica el estudio.

En una serie de experimentos de laboratorio, Chen y sus colegas descubrieron que algunas células mamarias epiteliales producen un subtipo diferente de receptor de nicotina ‘nAChR’, de la misma forma en que lo hacen algunas células de tumores mamarios.

Un estudio practicado en ratones demostró que cuando estos receptores se vincularon con nicotina, comenzaron a activar el crecimiento y la migración de las células enfermas. No obstante, al parecer la sola presencia de la nicotina no es suficiente para alentar el crecimiento y esparcimiento de los tumores; aún queda por descubrir cuáles son las moléculas que ayudan a la nicotina a realizar tan nociva actividad.

“Revisé dos líneas de células y comprobé que en las superficies de las células aparecía el receptor de la nicotina”, explicó Chen. “Descubrí que una parte de la transmisión intra-celular no está regulada, mas la nicotina por su propia cuenta no puede activar la tumorigénesis (formación del cáncer). La conclusión es que, probablemente puede generar cierta actividad intracelular, sin embargo, es la predisposición genética de cada paciente la que realmente determina esta condición”, concluyó Chen.