Pensábamos que el cielo en Lhasa era azul, pero aquí en Namtso, el lago era más azul que los cielos. Bajo el sol, uno puede ver claramente la silueta de las montañas de nieve contra el lago. Cuando sopla una suave brisa, las ondas en la superficie del lago calman la mente. Sus ojos no pueden dejar de mirar fijamente a las montañas, los mares y los pájaros que vuelan por encima del lago.