La aerolínea Air France anunció el sábado que está acelerando el recambio de los sensores de velocidad en todos sus aviones modelo Airbus A330, cuya malfunción se cree que causó el accidente del vuelo 447 en el que murieron 228 personas.
En una declaración, Air France afirmó que en mayo del año pasado comenzó a notar "incidentes de información de pérdida de velocidad durante el vuelo" en sus modelos A330 bimotor y A340 de cuatro motores.
La empresa asegura que había empezado a cambiar todos sus sistemas de supervisión de la velocidad, o "tubos de Pitot", en los dos modelos de aviones en toda su flota a partir del 27 de abril, es decir, cinco semanas antes del accidente del vuelo 447.
El equipo francés que investiga el caso afirma que Airbus había recomendado a todas las aerolíneas que usan sus aviones que reemplazasen los instrumentos de medición de la velocidad en los A330.
"No habían sido recambiados aún" en el avión que se accidentó, afirmó Paul-Louis Arslanian, director de la agencia de investigación de accidentes francesa, BEA.
Según Arslanian, tampoco es correcto relacionar directamente los tubos de Pitot con el accidente, afirmando que "no significa que sin reemplazar los Pitots el A330 fuera peligroso."
El Airbus 330 de Air France desapareció cuando sobrevolaba el océano Atlántico la mañana del lunes después de despegar de Rio de Janeiro con dirección a París. Se han hallado por ahora los cuerpos de dos varones y restos del avión.
Arslanian afirmó que las señales del avión perdido sugieren que no estaba encendido el piloto automático cuando se accidentó.
El avión envió 24 señales de anomalías en los cinco minutos antes de que se perdiera el contacto, lo que sugiere que el avión experimentó múltiples fallos en los sistemas antes de caer al mar, añadió.