(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Una intervención militar de la Liga Árabe en Siria provocaría un baño de sangre, advirtió el presidente de ese país, Bashar Al-Asad, según declaraciones de un portavoz del Gobierno a la agencia estatal de noticias Sana.
La advertencia responde a las declaraciones del emir de Catar, el jeque Hamad bin Jalifa al Thani, quien en una reciente entrevista sugirió la posibilidad del envío de tropas árabes a Siria para poner fin a la violencia que desde marzo del año pasado azota a ese país, con un saldo de muertos hasta el momento que supera los 5.000, según la ONU.
“Sería lamentable si se derramara sangre árabe sobre suelo sirio para servir a intereses políticos extranjeros después de que se hiciera evidente una conspiración contra Siria”, comentó el vocero y añadió que el orgulloso pueblo sirio no tolerará una injerencia extranjera.
Damasco anunció también el martes su disposición a renovar por un mes la misión de observadores de la Liga Árabe que trabaja en el país desde finales de diciembre pasado, pero reiteró su oposición a ampliar el alcance del mandato del grupo, que este jueves deberá presentar en la sede de la organización regional en El Cairo el informe de su labor.
Medios de comunicación occidentales adelantaron que los observadores reflejarán en su reporte que el Gobierno de Al-Asad no ha cumplido su compromiso con el plan de paz que trata de poner fin a la violencia en el país y no ha retirado al Ejército de las ciudades e insistirá en la liberación de los detenidos en las protestas y el inicio de un diálogo con la oposición.
El mandato de la misión expira este jueves y los ministros de Exteriores de la Liga Árabe, bajo la presidencia de Catar, tienen previsto discutir el futuro de la misión el próximo domingo. Algunos miembros de la organización aseguran que los observadores necesitan un mandato más amplio para ayudar a detener la violencia, si se quiere que continúe la misión.
Siria accedería a permitir que el número de observadores (en estos momentos no supera los 200) aumente, pero no aceptaría labores formales de investigación ni la entrada en “zonas militares”, añadió una fuente de la Liga Árabe a Reuters.
El martes, el presidente venezolano, Hugo Chávez, y el primer ministro ruso, Vladimir Putin, coincidieron en la defensa de la soberanía de Siria e Irán ante el asedio de las “potencias colonialistas”.
Los dos líderes sostuvieron una conversación telefónica en la que examinaron distintos temas internacionales y de cooperación bilateral, además de coincidir plenamente “en la defensa de la independencia y la soberanía de la República Árabe de Siria y la República Islámica de Irán, frente al asedio y la injerencia de las potencias colonialistas”, precisa un comunicado oficial hecho público por Caracas.
El contenido de la conversación se conoció el mismo día en que Barack Obama calificó de “inaceptable” la represión del régimen de Bashar Al-Asad y señaló que está trabajando con Jordania para aumentar la “presión internacional” contra Damasco, para que el gobernante sirio deje el poder.
Moscú presentó ante el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución de condena a Siria que será discutida este jueves, aunque se prevé que sea rechazada por las principales potencias occidentales, que la consideran demasiado suave.
El texto exige un curso más duro contra el régimen del presidente sirio, pero Rusia reparte en la misma medida entre el Gobierno y el movimiento de protesta la responsabilidad por la violencia que se ha cobrado hasta ahora la vida de más de 5.000 personas.
“Decir que solo la cúpula siria es responsable de todo sería erróneo”, reconoció el viceministro de exteriores ruso, Gennadi Gatilov, quien adelantó que su país no aprobará el envío de soldados extranjeros a Siria.