De acuerdo con el estudio, la pauta exportadora de Brasil con los BRICS es fundamentalmente asimétrica, exportando bienes primarios y semifacturados e importando productos manufacturados más sofisticados, con excepción de su relación con Sudáfrica, donde las exportaciones e importaciones se concentran en las producciones manufacturadas.
Como resultado de la competitividad brasileña en productos básicos, las exportaciones se concentraron recientemente en la venta de materias primas, llevando al país sudamericano a importar bienes de alto valor agregado para suplir la escasez relativa interna de bienes industrializados.
El documento resalta al mismo tiempo que Brasil es superavitario en su comercio con los BRICS, con excepción de India, y ese saldo positivo puede ampliarse con la creciente demanda china e india por las materias primas agrícolas y minerales.
Según el estudio, ello tiene una consecuencia de gran importancia: la permanencia de la demanda de los BRICS por alimentos, especialmente por parte de China, reduce el riesgo de vulnerabilidad externa estructural de la economía brasileña.
En el campo de las inversiones, si bien el volumen de capital brasileño radicado en los países del grupo es aún modesto, una encuesta entre las empresas del país indica que cerca de un tercio pretende invertir en alguno de los BRICS.
El crecimiento de la demanda en los BRICS, especialmente en India y China, está asociado a inversiones en infraestructura y urbanización, recuerda el IPEA, lo que abre espacio para la internacionalización de las empresas brasileñas en las áreas de servicios de ingeniería e industrias de base (equipamientos y servicios en energía, telecomunicaciones y saneamiento, entre otros).