Kabwe, Zambia. Este país africano se hizo conocido gracias a sus abundantes reservas de plomo, que llevaron a iniciar la explotación minera a gran escala del lugar en 1920. Sin embargo, el plomo es muy peligroso para la salud, y la acumulación tanto de este metal como del cadmio ha tenido consecuencias serias sobre la población. Aunque se han cerrado estas minas de plomo, este sigue siendo un lugar muy poco recomendable para vivir, y durante décadas, siempre ha pesado sobre los residentes de Kabwe la amenaza del envenenamiento por plomo. Los análisis realizados a los niños de la zona muestran que la concentración de plomo en su sangre supera entre 5 y 10 veces los límites normales, llegando a ser fatal. Hasta hace poco, el Banco Mundial asignaba fondos para solucionar este problema.