BEIJING, 10 mayo (SPANISH.CHINA.ORG.CN/Agencias) – Esta madrugada, antes de que abrieran los mercados, la Comisión Europea y los ministros de finanzas de los países de la zona euro se han reunido para aprobar el plan de rescate de más de 750.000 millones de euros con el que pretenden rescatar a Grecia y a otros países con déficit de la quiebra, y evitar así también el desbarajuste de las bolsas y que la situación de riesgo se extienda a otras economías de la zona.
En la reunión de ayer se acordó que los estados de la zona euro aportarán 440.000 millones, mientras que otros 60.000 millones provendrán del presupuesto comunitario y 220.000 millones más los desembolsará el Fondo Monetario Internacional. Todo ello se suma al paquete ya aprobado para Grecia, de 110.000 millones, que hasta el momento no se ha desembolsado.
Los préstamos millonarios a los países que pagan intereses desproporcionadamente altos por su deuda intentarán evitar que las economías más débiles de la zona euro se vean engullidas por los mercados, que en palabras del ministro de Finanzas sueco, Anders Borg, están “actuando como lobos”.
El actual plan de rescate, que parece estar especialmente pensado para economías como la española y la italiana, al borde del desastre, supone un intento por parte de los ministros europeos de ser previsores e intentar evitar la lentitud e ineficacia demostrada en el caso de Grecia, cuya operación de rescate está siendo por el momento un auténtico fracaso.
A pesar de todo, la vicepresidenta económica del gobierno español, Elena Salgado, ya ha asegurado que España no piensa por el momento recurrir al plan de rescate. En cuanto al gobierno griego, el ministro de Finanzas del país, Georges Papaconstantinou, ha anunciado que se continuará con las reformas radicales en el país a pesar de las huelgas y protestas de los ciudadanos, ya que es la única medida posible para resolver la crisis