BEIJING, 6 mayo (SPANISH.CHINA.ORG.CN/Agencias) - Esta semana, la Cámara de Diputados de Argentina aprobó la ley del matrimonio homosexual en medio de una fuerte polémica. Después de una sesión de 12 horas, la sesión se saldó con 125 votos a favor y 109 en contra. Las diferencias de opiniones dentro de los partidos, sobretodo en lo referente a si la ley permitirá la adopción de niños por parte de estas parejas, han obligado a que cada diputado participara en la votación libremente.
El debate en el parlamento ha venido originado por la necesidad de dar respuesta a las demandas cada vez mayores por parte de la comunidad gay argentina de disfrutar de los mismos derechos que los heterosexuales. En los últimos meses, algunos jueces, haciéndose eco de estas demandas y desafiando a la legislación vigente, han autorizado la unión de hasta cinco parejas homosexuales en todo el país, lo que ha generado numerosas discusiones.
Ahora, si el Senado da luz verde a la nueva ley, lo que podría ocurrir en los próximos días, Argentina podría convertirse, pese a la fuerte oposición de la Iglesia y los sectores más tradicionalistas, en el primer país de Latinoamérica en permitir las uniones matrimoniales entre personas del mismo sexo.
Argentina ha sido siempre pionera en este campo. En 2002, se aprobó la Ley de Unión Civil de Buenos Aires, que sentó un precedente para la legalización de parejas homosexuales en toda Latinoamérica. Desde entonces, otras tres ciudades del país han modificado su legislación para reconocer a estas parejas. En estos momentos, ya son 60 las parejas homosexuales que han solicitado iniciar el proceso para contraer matrimonio en Argentina.
Otros países de Latinoamérica, donde parece haberse levantado en los últimos tiempos una corriente revisionista de los derechos de los homosexuales, están considerando si llevar o no a discusión la legalización de estos matrimonios. Después del anuncio de Argentina, Venezuela, que el pasado mes de marzo aprobó una ley que permite el cambio de nombre de los transexuales en los documentos de identidad, se ha apresurado a manifestar sin embargo que en este caso “el país no está lo bastante maduro para abordar estas cuestiones” y que por lo tanto no se discutirá el tema en la Asamblea Nacional.
Mientras, el vecino de Argentina, Uruguay, no ha legalizado las uniones matrimoniales entre personas del mismo sexo, pero sí permite formalmente a los homosexuales adoptar niños, mientras que Ciudad de México, a nivel local, aprobó recientemente una ley que permite a los homosexuales casarse y adoptar, equiparando sus derechos a los de las parejas heterosexuales.