Después de Grecia y Francia, Portugal es el tercer país europeo con mayor número de huelgas, según reveló hoy un estudio divulgado por el Jornal de Noticias en Lisboa.

El diario indicó que el más reciente de esos movimientos fue el de los transportistas, que paralizó a Portugal afectando a 1,5 millones de personas y provocó una quiebra en la producción del 30 por ciento.

La publicación también consideró satisfactorio para los sindicatos portugueses "el elevado nivel de adhesión" a la huelga, como sucedió en el sector de transportes que en algunos casos alcanzó el 100 por ciento.

Sin embargo, el estudio indicó que para la Confederación General de Trabajadores Portugueses (CGTP), "la huelga siempre es el último instrumento".

Según el sindicalista Arménio Carlos "es necesario que los trabajadores tengan coraje para llevar a cabo una huelga" y consideró que los paros "siguen teniendo sentido".

En 2008, Portugal ya era el tercer país con un mayor número de huelgas, después de Grecia y Francia, lo que, según Carlos, demuestra que "las huelgas tienen el apoyo de los trabajadores portugueses".

En su más reciente huelga, los transportistas protestaron por la congelación de los sueldos, el bloqueo de las negociaciones de los contratos colectivos de trabajo y las privatizaciones.

Para la Unión General de los Trabajadores (UGT), la elevada adhesión a la huelga demuestra el "descontentamiento generalizado de los trabajadores en Portugal", donde los empresarios "quieren enriquecerse" a costa de los bajos sueldos.

Por su parte, el secretario de Estado de los Transportes, Carlos Correia de Fonseca, dijo que el gobierno mantiene la voluntad de diálogo con los sindicatos.

El funcionario también aseguró que el Plan de Estabilidad y Crecimiento (PEC), impulsado por el gobierno portugués, establece un crecimiento de cero para los sueldos de los funcionarios públicos, para reducir el elevado déficit público. Fin