BEIJING, 21 abril (SPANISH.CHINA.ORG.CN/Agencias) - Reynaldo Bignone, el dictador argentino de 82 años de edad que ejerció al final de la dictadura (1976-1983) como presidente del país, fue ayer condenado por crímenes contra la Humanidad a 25 años de cárcel por un tribunal de Buenos Aires.
A Bignone, que ha sido hallado culpable de la desaparición de 30.000 personas y el robo de alrededor de 500 niños y niñas que nacieron en Campo de Mayo, uno de los mayores centros de detención clandestinos de la capital, se le ha revocado la prisión domiciliaria que cumplía hasta el momento, por lo que en esta ocasión ingresará finalmente en prisión. Estos crímenes, sin embargo, no corresponden a su época como presidente, sino a aquella en que era subjefe del Comando de Institutos Militares, entre 1976 y 1978.
Durante el juicio, el ex dictador justificó la represión y ha mantenido que en la época en que fue presidente “el estado y las Fuerzas Armadas se vieron obligados a intervenir para derrocar el terrorismo”. Ha negado, además, que la cifra de desaparecidos y niños robados ascendiera a más de 8.000 y 30 respectivamente.
Junto con Bignone, otros cinco militares, todos ellos con más de 80 años de edad, han sido condenados por el Tribunal Oral Federal 1 de San Martín a penas que van de los 17 a los 25 años de cárcel. Éstos son Santiago Omar Riveros, ex comandante de Institutos Militares y Fernando Verplaetsen, antiguo jefe de inteligencia de Campo de Mayo, que han sido condenados a 25 años de prisión. Carlos Tepedino, condenado a 20 años y que fue jefe del batallón 601 de Inteligencia. Jorge Osvaldo García, ex director de la Escuela de Infantería, y Eugenio Guañabens Perelló, antiguo director de la Escuela General Lemos, que han recibido condenad de 18 y 17 años, respectivamente. Un sexto imputado, el ex policía Germán Montenegro, fue absuelto.
Los familiares de las víctimas que han asistido al juicio han mostrado su satisfacción por el veredicto, que han calificado de “justa” y “acorde con los hechos probados”. Así, Bignone se suma a la lista de los casi 60 antiguos represores de la época de la dictadura que han sido condenados hasta el momento por los tribunales del país, mientras que más de 500 continúan a la espera de que se les juzgue.
