El pabellón de Italia en la Exposición Universal de Shanghai 2010 es un símbolo de excelencia al combinar innovación y diseño, afirmó el arquitecto Giampaolo Imbrighi, padre del proyecto, en una reciente entrevista con Xinhua.
"En primer lugar, el pabellón, en sí mismo, es un ejemplo del (lema de la Expo) 'Una mejor ciudad, una mejor vida'. Está diseñado con tecnologías y materiales de construcción innovadores que ahorran energía. Para la ocasión, una empresa italiana ha creado un hormigón transparente nuevo", dijo Imbrighi.
El arquitecto italiano subrayó que el exterior del pabellón, denominado "La ciudad del Hombre" es tan importante como lo que se muestra dentro. "Es un ejemplo viviente del estilo italiano, un modo de vida y una creatividad muy admirados a lo largo del mundo", expresó.
Lo primero que atrae al visitante es la estructura, excelencia de la sofisticada arquitectura italiana.
"El público se quedará fascinado por las paredes de cristal luminoso del pabellón que cierran el área interna y representan una típica ciudad medieval italiana, con plazoletas y angostas avenidas. Pero nuestro objetivo no sólo ha sido reproducir las características de la antigua ciudad italiana, también queríamos añadir el estilo de los barrios tradicionales de Shanghai, los denominados 'shikumen'", explicó el responsable del proyecto.
El pabellón italiano es asimétrico, es decir, ninguna de las partes que lo componen es idéntica y especial porque pueden ser enteramente derribadas y contruidad en cualquier otro lugar. "Para diseñar el proyecto me inspiré en la singularidad de la identidad nacional italiana, compuesta por numerosas diversidades regionales que se unen en la Expo de Shanghai", detalló el arquitecto.
La identidad italiana también está simbolizada por los pioneros materiales de construcción. "El hormigón transparente del exterior, que combina la solidez opaca de la roca artificial con la traslucidez del cristal, representa la variedad del pueblo italiano, que encuentra un denominador común en las maravillosas cosas que son capaces de crear y que se muestran en el pabellón".
Imbrighi continuó poniendo de relieve el carácter innovador de los materiales antisísmicos y las nuevas tecnologías empleadas para crear una estructura medioambientalmente sostenible que respete el lema de la exposición.
La naturaleza es el elemento fundamental del pabellón italiano. "La luz fluye dentro a través de las paredes de cristal de 20 metros cubiertas de vidrio, que crean un efecto visual particular. Las aperturas especiales en las paredes sirven como reguladores bioclimáticos para capturar y liberar aire cálido y frío, de acuerdo con las temperaturas del exterior y el interior. Los materiales usados resisten movimientos sísmicos, tifones y otros desastres naturales".
El vidrio que cubre la parte exterior está integrado con paneles solares que protegen de las radiaciones. Finalmente, la cubierta exterior de toda la construcción está recorrida por un flujo de agua que no sólo recuerda a las famosas ciudades italianas con canales, como Venecia, sino también a las chinas, como Suzhou.
Según el arquitecto, todo esto se ha hecho con la intención de generar varias emociones en el público: curiosidad por entrar en el pabellón y sentido de relajación y bienestar general.
Entre otros reconocidos proyectos, Imbrighi ha remodelado la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, siglas en inglés) y ha diseñado el complejo para el Campeonato Mundial de Natación de 2009 en Roma. Fin