Especialistas de los países miembros del BRIC (Brasil, Rusia, India y China) coincidieron hoy en un seminario realizado en Brasilia en que la amenaza del cambio climático para la vida humana en la tierra exige medidas urgentes y que los países asuman responsabilidades concretas antes que sea demasiado tarde.
El seminario de dos días de Think Tanks del BRIC precede a la II Cumbre de Jefes de Estado de los BRIC, prevista para el viernes en la capital brasileña.
El profesor de Relaciones Internacionales Eduardo Viola, de la Universidad de Brasilia (UnB), destacó que Brasil viene registrando una dramática reducción de las emisiones de carbono, y que a fin del año pasado hubo una ruptura histórica en la posición brasileña, con la decisión de establecer una meta voluntaria de reducir entre 36 y 39 por ciento sus emisiones para 2020.
Viola consideró que esa decisión, que ya viene siendo cumplida, podría resultar en una demanda por parte del gobierno brasileño de metas a otros países de renta media, por lo que cuestionó hasta cuándo Brasil puede continuar participando del G77, grupo de países en desarrollo organizados para las negociaciones climáticas.
Con relación a los BRIC, el especialista puntualizó que existen diferencias entre los países, como en el progreso tecnológico para crear una economía de bajo carbono.
Viola consideró que no se puede esperar un acuerdo global en la reunión de Cancún sobre la convención del clima, prevista para diciembre.
"No habrá cambios hasta que la posición de Estados Unidos, que está discutiendo una nueva ley climática, cambie", resaltó, calificando de "desastrosa" la posición de ese país de desconocer la fecha base de 1990 para calcular los compromisos de reducción de emisiones y pretender que sea fijada en 2005.
Por su parte, Wu Enyuan, de la Academia de Ciencias Sociales de China, puntualizó que las investigaciones indican que en gran medida el problema del cambio climático se debe al proceso de industrialización de los países desarrollados en los últimos 150 años, lo que exige obligaciones legales por parte de estos para la mejora del medio ambiente global.
Destacó los esfuerzos de China en los últimos 30 años para la preservación ambiental, con un crecimiento anual de la tasa de crecimiento de la energía renovable de 14,7 por ciento.
"China ocupa el primer lugar en capacidad instalada de energía hidroeléctrica, construcción de centrales de energía nuclear, colectores solares para el calentamiento de agua", afirmó.
Celebró también la disposición de los otros países del BRIC para reducir sus emisiones, con un corte propuesto por Rusia de 20 a 30 por ciento en 2020 comparado con 1990, India de 20 a 25 por ciento en 2020 frente a 2005, y Brasil hasta 39 por ciento comparado al nivel esperado.
Wu Enyuan pidió a los países desarrollados que den apoyo financiero a los países en desarrollo para adecuación y mitigación, aumenten la transferencia de tecnología y se comprometan con el concepto de responsabilidades comunes y diferenciadas en el combate al cambio climático.
El ruso Nikolai Mikhailov, de la fundación Russkiy Mir, enfatizó que la crisis climática debe ser abordado prioritariamente desde la dimensión humana.
Según él, la esencia de los problemas ambientales está en la contradicción entre el proceso de producción de riqueza y el medio ambiente, que es tratado por el hombre como algo ajeno.
"El desarrollo actual es antropocéntrico, y deberíamos pasar a una concepción ecocéntrica", señaló y destacó que la población mundial se encuentra actualmente, con sus 6.000 millones de habitantes, en un nivel 13 por ciento superior al límite sustentable, por lo que llamó a un "cambio radical" para un rediseño de la civilización humana.
Por su parte, el indio Samir Saran, de la Observer Research Fundation de la India, recordó que el problema del cambio climático es también un gran juego geopolítico, que crea oportunidades para que las naciones se reinventen.
Según él, quien asuma el liderazgo en la tecnología de carbono será líder de la economía mundial en el siglo XXI. Fin