BEIJING, 29 mar. (SPANISH.CHINA.ORG.CN) - Según el presidente de México, Felipe Calderón, impedir el flujo de armas desde Estados Unidos a México es una de las medidas básicas y más necesarias para poner fin a las acciones del narco en el país. Pero cuando se le exigen acciones a Washington, la Casa Blanca pone como excusa que en el congreso norteamericano hay grupos de presión muy poderosos que impiden cualquier iniciativa que suponga poner impedimentos a la exportación de armas desde Estados Unidos.
El mandatario mexicano dijo que se trata simplemente de cumplir con la legalidad, ya que está prohibido que un país productor de armamento como Estados Unidos exporte armas a uno donde éstas son ilegales, como es el caso de México.
En los últimos dos años, las luchas relacionadas con el narco han acabado con la vida de 4.600 personas. La situación es especialmente grave en Ciudad Juárez, por las disputas entre los cárteles locales. Esta ciudad mexicana es además el principal punto de entrada de droga a Estados Unidos, a través de la frontera con el estado de Texas.
Se estima, además, que el 90 por ciento de las armas que existen en México han sido importadas desde Estados Unidos.
Recientemente, Hillary Clinton, secretaria de estado norteamericana, visitó México para reunirse en consultas con las autoridades mexicanas, con el fin de ir más allá en la lucha contra el narco, luego de que uno de los enfrentamientos acabara con la vida de ciudadanos estadounidenses.
El encuentro acabó sin medidas concretas y se descartó la opción de legalizar las drogas como método para luchar contra los cárteles.