La inflación en Brasil, medida por el Indice de Precios al Consumidor Amplio-15 (IPCA-15), llegó 0,55 por ciento durante el mes de marzo, informó hoy el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
La tasa representó una desaceleración en el aumento del costo de vida con relación a la de febrero, cuando había subido 0,94 por ciento, pero un aumento sensible en relación a marzo de 2009, cuando había aumentado 0,11 por ciento.
Para los últimos 12 meses, el índice acumulado llega a 5,09, frente a 4,63 por ciento en el período de 12 meses terminado en febrero.
El IPCA-15 es calculado con la misma metodología que el IPCA, índice que sirve de referencia para verificar el cumplimiento de la meta de inflación, que para este año es de 4,5 por ciento, con dos puntos de tolerancia hacia arriba o abajo.
La única diferencia entre los dos índices es que los precios del IPCA-15 son recogidos entre los días 15 del mes pasado y 15 del actual.
El principal elemento de la desaceleración en marzo fue la reducción del ritmo de los gastos con educación, que habían aumentado 4,55 por ciento en febrero y ahora subieron sólo 0,56 por ciento.
Algo parecido ocurrió con las tarifas de autobuses urbanos, que en febrero habían aumentado 3,84 por ciento y en marzo se limitaron a 1,70 por ciento.
También ayudaron los combustibles, cuyos precios disminuyeron en marzo (-0,26 por ciento), mientras en febrero habían subido 1,94 por ciento.
El comportamiento de los precios de alimentos, sin embargo, fue inverso, encabezado por los tomates (+26,50 por ciento), azúcar (entre +10,26 y +8,06), hortalizas (+7,67), leche (+5,27) y frutas (+3,40 por ciento).
Desde el punto de vista geográfico, el mayor aumento de la inflación se registró en la ciudad de Belem, capital del estado de Pará, con 1,12 por ciento, mientras el menor correspondió a Goiania, capital de Goiás, con deflación (reducción de precios) de 0,19 por ciento. Fin