Puesto que las medidas de estímulo tomadas durante la crisis económica han llevado la deuda pública a un riesgoso y elevado nivel, la OCDE, con sede en París, exhortó hoy a los gobiernos a iniciar una consolidación fiscal para frenar el déficit presupuestario y la deuda pública.
"Las medidas fiscales discrecionales, junto con pérdidas cíclicas en el ingreso y alzas en los gastos, han tenido como resultado un fuerte incremento en los déficits presupuestarios que, de acuerdo con proyecciones, alcanzarán el nivel máximo de 8,25 por ciento del PIB en el área general de la OCDE en el 2010", dijo en un informe reciente la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
Se espera que la relación promedio entre deuda y producto interno bruto (PIB) en los estados miembros de la OCDE supere el 100 por ciento en el 2011, cerca de 30 puntos porcentuales más que antes de que comenzara la crisis, indicaron datos de la OCDE.
En consecuencia, el informe enfatiza que "la consolidación fiscal posterior a la crisis" tiene una urgencia sin precedentes.
La OCDE sugirió a los países empezar a retirar el apoyo fiscal para el 2011 a un ritmo que concuerde con la recuperación y las situaciones financieras respectivas.
Más que recortes en el gasto, las proyecciones de la OCDE recuerdan que la reducción fiscal debe tomar en consideración los instrumentos favorables al crecimiento.
Además, la organización recomendó impuestos sobre transacciones de carbono y propiedades que pueden elevar los ingresos y promover al mismo tiempo el crecimiento verde.
Aunque la mayoría de los países industriales han mostrado "brotes verdes" en los datos presentados en los últimos meses del 2009 y el inicio del 2010, el creciente desempleo y un endeudamiento récord socavan la recuperación posterior a la crisis.
John Lipsky, del Fondo Monetario Internacional, predijo recientemente en Beijing que la política fiscal será un tema muy importante en la agenda cuando los líderes del Grupo de los 20 asistan a la reunión cumbre de junio en Toronto. Fin