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Entrevista al Embajador de España en Pekín, D. Carlos Blasco Villa.
Agregar a favoritos | Imprimir | e-mail | Corregir   11:15 19-03-2010 / spanish.china.org.cn
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Spanish.china.org.cn ha entrevistado al embajador de España en Pekín, D. Carlos Blasco Villa, sobre cuestiones relativas a la presidencia rotatoria española de la Unión Europea, y el siempre controvertido tema de la lucha contra el cambio climático, un reto en el que los estados de todo el mundo tendrán la oportunidad de hacer oír su voz durante la celebración de la próxima Cumbre de México.

 

 

Los objetivos de la presidencia española de la UE y la posibilidad de incorporación de Turquía.

Según el Embajador español, una de los principales objetivos de España durante su presidencia rotatoria de la Unión Europea ha sido poner en práctica el Tratado de Lisboa de forma suave y eficaz, “dando las máximas facilidades para llevarlo adelante a pesar de que se trata de una transición que va a requerir de tiempo”. Por otro lado, comenta el Embajador, “probablemente la mayor preocupación de la presidencia española ha sido la puesta en escena de las políticas comunitarias de la Agenda 2020, en la que es muy importante corregir los problemas que hicieron que la pasada Agenda 2010 no tuviera los resultados que se esperaban de ella. Estos errores, básicamente, se centran en el hecho de que las políticas que se planteaban en la Agenda 2010 no eran vinculantes para los estados miembros y como consecuencia ha habido un notable incumplimiento de esas políticas, cuestión que España está decidida a corregir”. La agenda para 2020 pretende el fortalecimiento del mercado interior de la UE, políticas financieras comunes, y basar el desarrollo de la UE en los siguientes principios básicos: la eliminación de las discriminaciones por razón de género, la disminución de la dependencia energética del exterior y la lucha contra el desempleo. Además, aunque son objetivos a largo plazo que no se conseguirán durante la presidencia española, “es importante sentar las bases para que se consigan en el futuro”.

En lo referente a Turquía, el Sr. Blasco recuerda que, España es uno de los países que consideran importante la integración de Turquía a la UE, pero que es cierto que “es una integración difícil, porque Turquía proviene de una cultura un poco distinta a la del resto de la Unió Europea, y esto provoca la reticencia de algunos estados miembros y porque en una época de crisis como la actual, la incorporación de un nuevo estado miembro plantea grandes dificultades, ya que en la UE hay unos equilibrios muy complicados y Turquía todavía no cumple todos los requisitos necesarios, porque la diferencia en el nivel desarrollo con los países de la Unión Europea todavía es importante”. Aún así, dice el Embajador, España tiene el firme propósito de impulsar las conversaciones porque “creemos que sería interesante que un país de esa naturaleza entrara a formar parte de la UE para que se vea de forma explícita que ésta es una institución civil y que no tiene prejuicios religiosos”, además de recordar, por otro lado, que existe una gran coincidencia entre España y Turquía porque sus dos presidentes son firmes partidarios del Diálogo de Civilizaciones, de la no confrontación entre civilizaciones y de resolver las diferencias mediante el diálogo.

 

Preguntamos específicamente al Sr. Embajador sobre las acciones concretas que se están llevando a cabo en materia de medio ambiente por parte del gobierno español, como el desarrollo de energías renovables y su papel en el Plan de Economía Sostenible, así como sobre el estado de la cooperación en este sector con China, que se ha visto reforzada recientemente con la apertura de una Consejería de Medio Ambiente en Pekín.

Según nos comenta el Embajador, España tiene una extraordinaria dependencia del exterior, no tiene recursos petrolíferos y su economía ha estado siempre basada en la energía producida a partir de combustibles sólidos y fósiles. El gobierno español está trabajando para cambiar este modelo y ha conseguido ya importantes avances en sus intentos por sustituir estas energías por otras de carácter renovable, como la hídrica, siendo España es uno de los países con más embalses para la producción de energía, y, sobretodo, la energía solar y la eólica, en las que España es un país puntero. Un factor clave, añade el Sr. Blasco, es que las energías no renovables son importadas, mientras que este otro tipo de energías España las puede producir por sí misma, y su sustitución ayudaría de forma importante a disminuir los pagos de España al extranjero, que son muy elevados, y a que el país fuera más autosuficiente en el sector energético. Otro factor importante, dice el Embajador, es que el desarrollo de este sector genera puestos de trabajo en el país, en un momento en que las tasas de paro son muy elevadas. El boom económico español estuvo basado en el sector de la construcción, que empleaba a una gran cantidad de mano de obra no cualificada, explica el Sr. Blasco, añadiendo que “la crisis de la construcción en España ha sido responsable de casi el 60% del aumento del paro en el país y estamos convencidos de que estas personas no podrán volver a encontrar trabajo en ese sector, porque es muy difícil que se vuelva a vivir un boom de esas características. Por eso, con el Plan de Economía Sostenible estamos intentando reconvertir esta mano de obra, y, al ser una mano de obra poco cualificada, se están creando procesos de formación para poderla recolocar en otros sectores que sí tienen posibilidades de una recuperación económica”.

En cuanto a China, el Embajador nos habló de la apertura de la Consejería de Medio Rural, Medio Ambiente y Medio Marino. En primer lugar, dice el embajador, esta Consejería, que depende del ministerio del mismo nombre, se abrió porque “creemos que China está llamada a jugar un papel muy importante en todas las políticas que vayan a tratar de evitar los efectos negativos del cambio climático para el mundo. La contaminación además es algo universal, que no tiene límites. Lo que ocurre en China tiene repercusiones en todo el mundo y viceversa, lo que ocurre en el mundo tiene repercusiones en China. Por tanto, hemos creado una consejería para estrechar nuestras relaciones en ese sector con China, y ya hemos intentado establecer una plataforma de cooperación, que aún no se ha creado pero en la que seguimos trabajando, para encontrar nuevas tecnologías que permitan combatir el cambio climático y desarrollar las energías renovables que tanto a China como a España les hacen falta porque como ya he dicho tenemos una gran dependencia energética del exterior”. Por otro lado, comenta el Embajador, la Consejería no trata sólo cuestiones de medio ambiente, se dedica también a temas de agricultura y medio marino, y trata de desarrollar las relaciones entre los dos países en unos sectores en los que hay grandes posibilidades de cooperación, por ejemplo para la introducción de tecnologías de riego para ahorrar recursos hídricos, que es una necesidad que comparten China y España y que es una tecnología muy avanzada en España, o para aumentar la cooperación en el sector pesquero, ya que China es un país exportador de pescado, y España es un país pesquero y un gran importador de productos del mar.

Además, el Embajador habló de la situación en China de las empresas españolas del sector de las energías renovables, citando a Gamesa, empresa centrada en el sector de la energía eólica y que tiene una planta muy importante en Tianjin dedicada a la fabricación de aerogeneradores de la tecnología más avanzada del mundo, pero que últimamente está teniendo algunos problemas porque China está imponiendo condiciones discriminatorias para las empresas extranjeras a la hora de obtener licitaciones públicas, por lo que tanto la propia empresa como la Embajada están trabajando para eliminarlas y que pueda establecerse una competencia abierta “que redundaría en beneficio mutuo, ya que China se beneficiaría de las tecnologías más avanzadas en el sector, mientras que las empresas españolas tendrían la oportunidad de desarrollar su actividad en China”. Por otro lado, comenta el Embajador, China es por su parte el mayor productor del mundo de placas solares y una empresa española, Ferro Atlántica, tiene previsto hacer una gran inversión para abrir la mayor fábrica del mundo productora de silicio metálico, que es esencial para la producción de placas solares, en la provincia de Sichuan, lo que constituye otro ejemplo de la cooperación sino-española en este sector en el que “creemos que hay grandes oportunidades para los dos países”.

 

Para finalizar, preguntamos al Señor Blasco sobre cuestiones relativas a los acuerdos internacionales en materia medioambiental, en previsión de la próxima Cumbre del Clima que tendrá lugar en México, y en particular sobre la postura de la Unión Europea a este respecto.

“Vamos a seguir insistiendo en conseguir un compromiso vinculante, equilibrado y razonable, para que se recorten al máximo las emisiones, porque es una necesidad esencial, dado que afecta no sólo al país que las produce, sino a todo el planeta”, comenta el Embajador español, añadiendo que “uno de los retos más importantes es que la reducción de las emisiones sea efectiva. Esto se ve dificultado, en primer lugar, por el hecho de que algunos países, como China, proponen reducir sus emisiones en función del PIB per cápita, y eso, aunque parece que sí, no produce realmente una reducción de las emisiones, ya que si el PIB aumenta, las emisiones también aumentan. En segundo lugar, y mucho más importante, está la inexistencia de un mecanismo que permita comprobar que las emisiones realmente se reducen, ya que en estos momentos los países pueden adquirir el compromiso de reducirlas, pero no es posible verificar que efectivamente lo hacen, sino que las reducciones dependen de la voluntad de cada país. En México queremos avanzar hacia la creación de un mecanismo objetivo, de carácter internacional, para conseguir este objetivo, lo que al menos sería un avance, aunque no definitivo, para la resolución del problema”.

Por otro lado, comenta el Embajador español, “somos conscientes de hay países que ya han desarrollado su proceso de industrialización y que han contaminado en el pasado y hay otros países que se están desarrollando y que es inevitable que produzcan algún tipo de contaminación. Los países desarrollados tienen que hacer un esfuerzo para compensar a esos otros países para que renuncien a generar emisiones contaminantes, y hay que ser muy equilibrados en las compensaciones. En México tenemos la esperanza de conseguir algún avance, pero no oculto que es una situación complicada porque hay intereses contrapuestos, pero desde luego, todo el mundo está convencido de que reducir las emisiones es una necesidad absoluta si no queremos dejar a nuestros descendientes un planeta envenenado y difícilmente respirable. Es difícil conseguir acuerdos, hay coincidencia en los objetivos, pero hay que tener en cuenta todos los intereses para conseguir un acuerdo aceptable para todos”.

En lo que se refiere a la estrategia de la Unión Europea y el fracaso de Copenhagen, el Embajador español dice que “deberíamos haber escarmentado de la experiencia de Copenhagen, donde todos nos hicimos grandes ilusiones de que por una vez íbamos a ser responsables con el futuro del planeta”. Sin embargo, el Sr. Blasco no cree que la UE haya perdido el liderazgo en la lucha contra el cambio climático, y comenta que es probablemente “la zona más preocupada por la cuestión”. El Embajador nos asegura que “no hay diferencias de posicionamiento entre los países miembros de la Unión Europea, simplemente hay países más ambiciosos que otros, hay países que quieren ir más allá y otros que son más moderados porque creen que sino no se producirán avances reales. Pero al fin y al cabo todos tienen el mismo objetivo de que se produzca una reducción de las emisiones”. Sí que reconoce, por otro lado, que el principal problema radica en el hecho de que “la UE ejerce con dificultad su liderazgo, hay distintas voces y es difícil hablar en temas de política internacional con una única voz. La Unión Europea es una entidad constituida por estados miembros cuyas posiciones no son tan fáciles de conciliar en una voz única, lo cual no ocurre en los estados centralizados. Para solventar este problema, precisamente, se ha creado la figura de la Alta Representante, a través de la cual la UE se expresará con una única voz en las cuestiones relativas al cambio climático, entre otros asuntos de la política internacional”.


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