Hasta 24 personas murieron y varias decenas resultaron heridas en los diversos atentados y explosiones de bombas producidos en Bagdad el domingo, mientras se estaban celebrando las elecciones al parlamento del país, informó una fuente del ministerio del Interior en Bagdad.

A pesar de los ataques, estas elecciones han sido las más exitosas desde la invasión norteamericana en 2003. Los suníes, que boicotearon los anteriores comicios, habrían acudido a votar con normalidad en esta ocasión, contribuyendo así a un considerable crecimiento de la participación, que según estimaciones, habría sobrepasado el 60 por ciento en algunas provincias, todo un avance teniendo en cuenta los índices de participación de menos del 35 por ciento de la última cita electoral.

Los principales candidatos a estas elecciones son el partido ‘Estado de la Ley’, del actual primer ministro Al Maliki, y la coalición secular ‘Al Iraqiya’, de Iyad Alawi.

Para elegir a sus representantes, los iraquíes no lo han tenido fácil. Cuatro personas murieron y seis resultaron heridas en un ataque con un cohete Katyusha contra la barriada de Hurriyah, al norte de Bagdad, dijo una fuente anónima.

En otro incidente, dos personas murieron y otras seis resultaron heridas en la explosión de una mina terrestre fuera de una escuela que estaba siendo utilizada como colegio electoral en la barriada de Khadraa, en el oeste de Bagdad, agregó la fuente.

Dos personas más murieron y otras cinco resultaron heridas en la explosión de otra mina en el distrito de Jihad, en el suroeste de Bagdad, añadió la fuente.

Por otra parte, varias explosiones de bomba dejaron 12 heridos en los distritos Jihad y Grai'at de la capital iraquí.

Poco antes, la misma fuente afirmó que un total de 16 personas habían perdido la vida y varias decenas habían resultado heridas en dos ataques, uno de ellos con una ronda de mortero disparada contra un edificio residencial, ataque en el que fallecieron 12 personas.

Docenas de rondas de mortero y cohetes fueron lanzados en diferentes zonas de Bagdad desde la mañana del domingo, cuando los centros electorales abrieron sus puertas para las elecciones parlamentarias.

Estas elecciones legislativas se consideran una prueba clave para el proceso de reconciliación nacional y político de Irak, que ha realizado grandes esfuerzos en los últimos años para mejorar la situación de su seguridad, y se está preparando para la retirada total de las tropas estadounidenses a finales de 2011.

El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, dijo en un mensaje por televisión que la celebración de estas elecciones suponía una “victoria sobre los asesinos contrarios a la democracia”.

Los resultados se conocerán en varios días y se abrirán las puertas a la delicada configuración de una nueva estructura del poder mediante pactos entre las diferentes facciones.