La comunidad internacional debe revisar su manera de trabajar en Haití y adoptar un nuevo enfoque para encarar su reconstrucción tras el terremoto del pasado 12 de enero, afirmó hoy el jefe de la misión de la ONU, el guatemalteco Edmond Mulet.

Mulet, máxima autoridad civil de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah), cuestionó el hecho de que en décadas de supuesta ayuda internacional nunca fueron resueltas necesidades esenciales como el establecimiento de registros de nacimiento y propiedad, o la construcción de infraestructura básica.

"Haití viene pidiendo desde hace 25 años la construcción de una red de carreteras para integrar el país, de 550 kilómetros en total. Con apenas 500 millones de dólares podría haber caminos tan importantes para la agricultura y para las exportaciones. ¿Por qué no fue hecho hasta ahora?", cuestionó.

Según él, la tragedia provocada por el terremoto es una oportunidad para poner en pie lo que hace mucho tiempo debería haber sido resuelto en Haití.

Como ejemplo, comentó que el país cuenta con playas de un gran atractivo, que podrían ser explotadas fomentando la industria turística, pero que las inversiones necesarias no llegan por no existir una base jurídica que garantice la propiedad a largo plazo.

Al mismo tiempo, el funcionario de la ONU resaltó que es necesario que los propios ciudadanos haitianos asuman sus responsabilidades para transformar el país.

Mulet recordó que existe una importante comunidad haitiana en varios países desarrollados, que puede jugar un papel importante para que los gobiernos de esas naciones no abandonen a Haití y den continuidad a la ayuda humanitaria.

Sobre la ayuda internacional, explicó que normalmente en las situaciones de desastre el trabajo se divide en tres etapas: la ayuda humanitaria, la recuperación, y la reconstrucción.

En el caso haitiano, sin embargo, la primera etapa de ayuda deberá extenderse incluso durante el trabajo de reconstrucción, debido a las carencias existentes ya antes del terremoto y a la amplitud del desastre.

Recordó que en abril comenzará la época de lluvias, que debe agravar la situación sanitaria, en el contexto de un elevado número de personas viviendo en las calles, por lo que la Minustah redobla esfuerzos para intentar ofrecer carpas y coberturas de plástico para que los que están sin abrigo puedan tener una protección mínima.

Mulet reconoció sin embargo que los medios de la misión internacional posiblemente no basten para atender a todos los que están sin techo. Fin