El gobierno de Brasil rindió hoy homenaje en la Base Aérea de Brasilia a los 18 militares brasileños de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas (Minustah) fallecidos el martes 12 de enero en el terremoto que devastó Puerto Príncipe, la capital haitiana.
La ceremonia fue encabezada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y su esposa Marisa Leticia, acompañados por los ministros de Defensa, Nelson Jobim, y Relaciones Exteriores, Celso Amorim, los presidentes del Senado, José Sarney, de la Cámara de Diputados, Michel Temer, y el presidente del Supremo Tribunal Federal, Gilmar Mendes.
En la ceremonia también participaron los comandantes de las tres fuerzas armadas y autoridades de alto nivel del gobierno, quienes rindieron homenaje a los soldados caídos y manifestaron su solidaridad a sus familiares.
En su discurso, Lula da Silva señaló, frente a los 18 ataúdes envueltos en la bandera brasileña, que los militares participaban de la "más noble misión humanitaria ya realizada por nuestras fuerzas armadas".
Los soldados fueron a Haití "llevando el siguiente mensaje: ustedes no están solos, vinimos en nombre de Brasil y traemos seguridad para sus familas, traemos paz, traemos remedios, solidaridad, y encima de todo, respeto", dijo.
El mandatario afirmó además que los soldados brasileños en el país caribeño "nunca fueron confundidos con invasores extranjeros" y que se ganaron la estima de la población haitiana.
Lula da Silva y su esposa concluyeron la ceremonia, al acercarse a los familiares de los caídos, a quienes dieron palabras de consuelo y abrazaron uno por uno.
La muerte de los 18 militares representa la segunda mayor baja militar de la historia republicana de Brasil, quedando sólo atrás del número de muertes en la Segunda Guerra Mundial.
Los miltares fallecidos en Haití fueron condecorados con la Medalla del Pacificador, concedida a soldados, oficiales y civiles que se han distinguido por sus actos de corage, bravura o abnegación, poniendo su propia vida en riesgo.
Además, recibieron una promoción post-mortem a un grado superior al que se encontraban, concedida a aquellos que mueren como consecuencia de heridas o debido a accidentes de servicio.
Cinco aeronaves de la Fuerza Aérea Brasileña transportaron tras finalizar la ceremonia los cuerpos para las ciudades donde viven las familias de los militares y donde serán sepultados. Fin