Naciones Unidas defendió hoy su respuesta inmediata al devastador sismo en Haití tras las críticas recibidas por su lentitud y falta de coordinación.

"Los principales dirigentes, del secretario general hacia abajo, se involucraron plenamente desde el principio, justo desde el principio", dijo el vocero de la ONU Martin Nesirky.

"Trabajaron en forma ininterrumpida para asegurarse de que se coordinara la ayuda y de que continuara el trabajo con los países que aportaron soldados y una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU fue aprobada en tiempo récord".

Durante los primeros días posteriores al sismo del 12 de enero, las dificultades logísticas obstaculizaron a Naciones Unidas el suministro de ayuda de emergencia. Las calles bloqueadas y el pequeño aeropuerto pusieron a prueba al organismo mundial en cuanto a su capacidad para coordinar una operación humanitaria masiva mientras su propio personal sufría severas pérdidas.

En un blog de la revista Foreign Policy (Política Exterior), una división del Washington Post, se formuló la pregunta de si el sismo haitiano fue el Katrina del secretario general de la ONU Ban Ki-moon, una referencia al incompetente manejo de la anterior administración estadounidense del huracán Katrina de categoría cinco que azotó Luisiana en el 2005.

Ban regresaba a Nueva York de un sitio de descanso en la zona cuando se le informó sobre el sismo de 7,0 grados de magnitud. Al llegar a su casa, Ban ordenó de inmediato a sus asesores que activaran al grupo de manejo de crisis que se encarga de los desastres masivos, dijo Nesirky.

Por otra parte, el Departamento de Operaciones de Mantenimiento de Paz (DPKO, por sus siglas en inglés), organizó una reunión "que duró toda la noche" con los principales asesores en el Centro de Mando.

Las líneas de comunicación con Haití no funcionaban y el cuartel general de la ONU con sede en el Hotel Christopher de Puerto Príncipe, la capital haitiana, se derrumbó por completo.

La primera llamada telefónica de Ban fue para la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, a quien solicitó ayuda humanitaria del gobierno estadounidense. Este fue "el conducto correcto para hacer este llamado", dijo Nesirky, quien señaló que Ban también telefoneó al enviado especial Bill Clinton. Se emitieron varias declaraciones, dijo Nesirky, incluyendo una del DPKO en la que se ofreció una descripción de los severos saños sufridos por el cuartel general de la ONU y su personal.

El miércoles por la mañana, al amanecer en Haití, cuando resultó más sencillo realizar una evaluación visual de los daños, el secretario general se reunió con integrantes claves del personal. Fue entonces que la ONU decidió que Edmond Mulet se haría cargo de la Misión de la ONU en Haití pues aún se desconocía la suerte corrida por Hedi Annabi.

Después de la reunión, Ban se dirigió al Consejo de Seguridad poco después de las 08:00 de la mañana locales, informó a los reporteros sobre la respuesta de la ONU y "dejó en claro que fue un sismo de proporciones catastróficas", dijo Nesirky. Fin