La asistencia en Haití no debe ser unilateral, sino multilareral y coordinada con las Naciones Unidas (ONU) y con otros países, señaló hoy el ministro brasileño de Defensa, Nelson Jobim.
Las declaraciones fueron hechas esta madrugada por Jobim tras su llegada a la Base Aérea de Brasilia, procedente de Haití, país que fue afectado el pasado martes por un terremoto de 7,3 grados en la escala Richter.
Además de manifestar solidaridad al sufrimeinto haitiano, Brasil debe demostrar que tiene capacida de coordinar una actuación organizada, destacó el minsitro de Defensa.
"No quiero hacer asistencialismo unilateral. Lo que tiene que hacer es el asistencialismo multilateral, en coordinación en el país, con la ONU y con otros países", indicó.
El funcionario se declaró sorprendido por la capacidad del pueblo haitiano para resistir el dolor y afirmó que Brasil continuará los trabajos de auxilio a las víctimas del terremoto.
Durante el tiempo que pasó en Haití, Jobim y otros integrantes de la comisión brasileña visitaron algunos de los principales puntos afectados o destruidos por el fuerte temblor.
El jueves se reunió con el presidente haitiano René Preval, a quien presentó algunas propuestas.
Jobim estimó que las víctimas mortales de nacionalidad brasileña en el terremoto pueden llegar a 17, entre ellos 14 militares, la misionera Zilda Arns, y el vicerepresentante de la ONU en Haiti, el brasileño Luiz Carlos da Costa.
Hasta el momento están reportados de manera oficial cuatro brasileños como desaparecidos.
Los cuerpos de los 14 militares brasileños muertos llegarán a Brasil a más tardar el próximo domingo, informó el ministro de Defensa, al explicar que es necesario esperar una liberación por parte de la ONU y realizar algunos trámites por la cuestión de seguros (indemnización).
Jobim partió a Haití el pasado miércoles junto a una comisión integrada también por el comandante de la Marina, el almirante Júlio Soares de Moura Neto y por el comandante del Ejército de Brasil, general Enzo Martins Pery.
Dicha comisión también estuvo conformada por el secretario ejecutivo de la Secretaría Especial de Derechos Humanos, Rogério Sottili, el senador Flávio Arns, sobrino de la difunta misonera Zilda Arns, y representantes del Ministerio de Salud, del Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil. Fin