El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, cumple hoy tres meses de permanecer refugiado en la embajada de Brasil en Tegucigalpa.
En medio de rumores de una posible salida en los próximos días, Zelaya es acompañado porunas 15 personas.
Las esperanzas de Zelaya por abandonar la legación diplomática aumentaron este fin de semana por la visita que recibió del embajador de Estados Unidos en Honduras, Hugo Llorens.
Incluso, medios locales hablan de un posible "exilio dorado", y aluden a la visita del embajador.
El primer intento por salir de la embajada ocurrió el 9 de diciembre, cuando Zelaya se aprestaba a viajar a México bajo un salvoconducto, pero el gobierno golpista lo condicionó a la firma de su renuncia, lo que fue rechazado por el presidente derrocado.
Las calles aledañas a la sede diplomática permanecían militarizadas y las visitas restringidas.
Zelaya fue derrocado por militares el pasado 28 de junio y expulsado a Costa Rica. Posteriormente inició viajes por distintos países de América en busca de respaldo para lograr su restitución.
El día del golpe de Estado, el Congreso designó a su líder, Roberto Micheletti, para que asumiera la presidencia.
El gobierno de facto no ha permitido la restitución de Zelaya, y la única manera en que permite su salida de la embajada es como asilado por un país fuera de Centroamérica, y después de haber firmado su renuncia como mandatario.
Zelaya ha culpado a Estados Unidos por ser "ambiguo" al reconocerlo como presidente y aceptar al gobierno de facto.
A seis meses de su derrocamiento, Zelaya ha fracasado en sus intentos por volver al poder.
El 5 de julio intentó aterrizar en el aeropuerto Toncontín en un avión de Venezuela junto al presidente de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Miguel D'Escoto, pero los militares lo impidieron al bloquear la pista con camiones.
El 24 de julio de nuevo intentó ingresar por la frontera con Nicaragua en el sector de las Manos, 125 kilómetros al este de Tegucigalpa.
Zelaya llegó conduciendo un vehículo junto al canciller venezolano Nicolás Maduro, rodeado de miles de seguidores.
Hizo un ingreso fugaz al cruzar la línea fronteriza, pero retrocedió a suelo nicaragüense.
La firma de un acuerdo el 30 de octubre, auspiciado por Estados Unidos, tampoco ha permitido su retorno, ni siquiera las gestiones de la comunidad internacional y la misma Organización de Estados Americanos (OEA).
El mandato de Zelaya terminará el 27 de enero, cuando asumirá Porfirio Lobo Sosa, electo en los comicios del 29 de noviembre, efectuados bajo el gobierno golpista.
Los comicios no han sido reconocidos por la mayoría de países de la comunidad internacional. Fin