La acción también provocó las críticas de la India, Brasil y otros países en desarrollo, así como de algunas organizaciones no gubernamentales. Una de estas organizaciones, Los Amigos de la Tierra, acusó al primer ministro de Dinamarca de tratar de "desviar las negociaciones de la ONU a favor de los países ricos", y de "impulsar un proceso ilegítimo al que se le oponen muchos países en desarrollo, así como la sociedad civil".
La India, Brasil y algunas otras naciones en desarrollo también protestaron la acción de la presidencia. Por otro lado, muchos países están exigiendo que se logre un tratado climático legalmente vinculante en Copenhague, pero las divisiones entre los países desarrollados y en desarrollo, principalmente por la reducción en las emisiones y el financiamiento, están erosionando las probabilidades de alcanzar ese acuerdo.
Los líderes mundiales están llegando a Copenhague para respaldar los esfuerzos realizados para alcanzar un acuerdo mientras que la conferencia avanza al segmento final, y Wen Jiabao es uno de ellos, como se encargó de recalcar el viceministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Guangya, durante una conferencia de prensa ofrecida el 10 de diciembre al decir que "el viaje de Wen a Copenhague dará nuevo impulso a las conversaciones sobre el cambio climático y tendrá un efecto positivo e importante en la futura cooperación internacional".