El presidente electo de Honduras, Porfirio Lobo, afirmó hoy en Costa Rica que conformará un "gobierno de reconciliación" para ayudar a que su país supere la crisis política provocada por el golpe de Estado del 28 de junio.
Lobo se reunió hoy con el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, y el mandatario de Panamá, Ricardo Martinelli, en compañía de tres de los restantes cuatro candidatos presidenciales que participaron en la pasada elección hondureña.
Lobo agradeció a Arias y Martinelli el apoyo al impulsar el reconocimiento del nuevo gobierno hondureño, así como el apoyo recibido por parte del gobierno de Estados Unidos.
Lobo se comprometió a cumplir con los puntos contenidos en el Acuerdo de San José-Tegucigalpa, que incluye una amnistía política para los delitos políticos cometidos antes y después del 28 de junio, cuando fue derrocado el mandatario José Manuel Zelaya.
Lobo dijo que el gobernante de facto, Roberto Michelletti, "debe hacerse a un lado" para facilitar el reconocimiento del nuevo gobierno que asumirá en enero del 2010.
"Nosotros iniciaremos la conformación de un gran diálogo nacional, entendemos que no todos tienen oportunidad de una democracia participativa. En el gobierno vamos a integrar a diferentes sectores sociales para que logremos la unidad del pueblo hondureño, no estamos excluyendo a ningún sector", afirmó Lobo.
Lobo aseguró que seguirá trabajando para alcanzar el reconocimiento de países que aún se resisten a reconocer al nuevo gobierno, pues consideran que antes debió darse la restitución de Zelaya en el poder.
"Queremos un diálogo amplio y sincero, con gran voluntad, seguimos trabajando. Somos países hermanos (los latinoamericanos) y vamos a seguir tocando puertas en busca de que todo vuelva a la normalidad", afirmó Lobo.
El mandatario electo señaló que regresaría hoy mismo a Honduras, y de momento descartó una visita a Washington para encontrarse con autoridades estadounidenses. Fin