El Congreso hondureño decidió hoy no restituir en la presidencia al depuesto presidente, Manuel Zelaya, al cumplirse más de la mitad de la votación.
Los votos en contra de la restitución han superado los 65, que representan una mayoría simple del total de 128 que serán conocidos, mientras que los votos a favor de la vuelta de Zelaya apenas alcanzaban los nueve.
La decisión se tomó luego que los 128 diputados del parlamento escucharan la opinión de la Corte Suprema de Justicia, el Ministerio Público, el Comisionado de Derechos Humanos y la Procuraduría
Todas las opiniones se manifestaron en contra de la restitución y en el caso de la Corte Suprema de Justicia y el Ministerio Público sugirieron que el depuesto gobernante primero debe someterse a la justicia.
Los diputados se enfrascaron en un debate, por momentos interrumpidos por gritos y silbidos, mientras tomaba la palabra el partido izquierdista Unificación Democrática, que apoya a Zelaya.
La votación de los parlamentarios se realizó de forma individual y consignando los nombres de cada uno de ellos a partir de las 12:00 hora local.
Mientras eso ocurría, fuera del Congreso decenas de simpatizantes de Zelaya permanecían atentos al desarrollo de la sesión.
Militares y policías resguardaban el parlamento para evitar disturbios. El opositor Partido Nacional y ganador de las elecciones del domingo decidió rechazar la restitución de Zelaya en apego a la opinión de la Corte Suprema.
"Zelaya ha manifestado su rechazo total al acuerdo (Tegucigalpa-San José), ha manifestado su rechazo a las elecciones y ha declarado que no está dispuesto a ocupar la titularidad. Nos manifestamos a favor de la ratificación del decreto 141/2009 (que sacó a Zelaya de la presidencia el 28 de junio)", dijo el jefe de la bancada del Partido Nacional, Rodolfo Irías Navas.
Por su parte el partido Unificación Democrática se manifestó a favor de la restitución de Zelaya y fustigó a los grupos de poder de ese país de estar detrás del golpe de Estado.
El jefe de la bancada udeísta, César Ham, dijo que en la Carta magna no existe ninguna figura jurídica para derrocar a un presidente.
Aclaró que no hubo ninguna renuncia de Zelaya para abandonar el poder y catalogó de "absurdo" el invento de la renuncia para destituirlo. Fin