Estados Unidos expresó su beneplácito por las elecciones generales pacíficas sostenidas en Honduras y urgió a las dos partes involucradas en el estancamiento político en el país a que empiecen a aplicar un acuerdo de reconciliación para poner fin a la crisis de cinco meses.

El candidato presidencial opositor, Porfirio Lobo, se declaró ganador con cerca de 56 por ciento de los votos en las elecciones generales sostenidas el domingo, que se sostuvieron pacíficamente en todo el país.

La afluencia de electores "muestra que dada la oportunidad de expresarse, los hondureños han considerado a la elección como una parte importante de la solución de la crisis política en su país", dijo el vocero del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ian Kelly, en una declaración emitida el domingo.

"Esperamos continuar trabajando con todos los hondureños y alentar a otros en las Américas a que sigan el ejemplo de los hondureños para ayudar a avanzar la reconciliación nacional y la aplicación del Acuerdo Tegucigalpa-San José", dijo Kelly.

"Aún queda pendiente un trabajo significativo por hacer para restablecer el orden democrático y constitucional en Honduras, pero hoy el pueblo hondureño dio un paso necesario e importante", agregó el vocero.

La crisis política hondureña fue provocada por un golpe de Estado apoyado por las fuerzas armadas, durante el cual el presidente Manuel Zelaya fue expulsado a Costa Rica el 28 de junio. Horas más tarde ese mismo día, el presidente del Congreso, Roberto Micheletti, tomó posesión como presidente interino. El golpe de Estado dio como resultado una profunda divergencia de opiniones en el país.

Bajo el Acuerdo Tegucigalpa-San José alcanzado el 29 de octubre entre representantes de Zelaya y de Micheletti, las dos partes acordaron formar un gobierno de unidad y sostener elecciones generales. También acordaron que el parlamento debía decidir la restitución de Zelaya en la presidencia.

A principios de este mes, Zelaya declaró "muerto" al Acuerdo Tegucigalpa-San José después de que Micheletti anunciara unilateralmente la formación de un gobierno de unidad sin la participación de Zelaya ni de sus representantes.

Zelaya y sus simpatizantes calificaron de "ilegal" a la votación y la boicotearon. Fin