Varios gobiernos han solicitado que la XIX Iberoamericana, inaugurada el domingo en esta localidad portuguesa, se pronuncie sobre la crisis política en Honduras, confirmó aquí Patricia Licona, viceministra de Exteriores del Gobierno del presidente derrocado Manuel Zelaya.
Entrevistada por la prensa portuguesa, aseguró hoy que "es lógico que en el espacio iberoamericano se haga un pronunciamiento, porque hubo un golpe de estado y ha habido violaciones de los derechos humanos".
Este tema tiene dividida a la Comunidad Iberoamericana, integrada por los países de habla española de América Latina y España, Portugal y Andorra. Panamá, Costa Rica y Perú anunciaron, siguiendo la postura de Estados Unidos, que reconocerán el resultado de las elecciones de este domingo en Honduras, mientras el resto rechaza que se legimiten los comicios organizados por un gobierno golpista.
Ya este tema fue tratado en la reunión que sostuvieron este lunes los cancilleres y no llegaron a un acuerdo, pero está en la agenda de los 22 Jefes de Estado y de Gobierno o sus representantes, por lo que se da por seguro un pronunciamiento iberoamericano.
Hasta ahora, varios altos funcionarios han hecho comentarios sobre Honduras, como el presidente de El Salvador, Mauricio Funes, quien dijo: "Estamos convencidos de que las elecciones no son la solución; la solución debe provenir de los propios hermanos y hermanas hondureñas, que deben trabajar por lograr la construcción de un gobierno de unidad nacional".
Funes intenta buscar un consenso sobre Honduras entre los mandatarios. Por eso, ha planteado que "el candidato ganador de esta elección debería dar muestras en los meses que faltan para su toma de posesión (27 de enero) de que está dispuesto a convocar a un gobierno de unidad nacional y reconciliación, con la participación del presidente depuesto Manueal Zelaya, a quien hay que devolverle sus poderes constitucionales".
Además, ha indicaco que propondrá a los gobiernos de América Latina que se reforme la Carta Democrática de la Organización de los Estados Americanos (OEA) para que "no sólo quede explícito que no se reconocen gobiernos de facto que resulten del rompimiento de la institucionaidad, sino que" también apruebe "sanciones económicas y diplomáticas".
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, quien también asiste a esta cumbre, dijo que el 4 de diciembre el Consejo Permanente de la OEA analizará en Washington las elecciones y lo que decida el Congreso de ese país el 2 de diciembre sobre el pedido de restitución del presidente depuesto, Manuel Zelaya.
Por su parte, el secretario general de Iberoamérica, el uruguayo Enrique Iglesias, señaló en su discurso inaugural que "confiamos en el pronto reencuentro de la familia hondureña dentro del orden institucional".
Los ministros de Exteriores "han presentado las distintas posiciones de los distintos gobiernos en busca de una solución de consenso que será trabajada en el día de mañana" lunes durante la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno, declaró Iglesias.
Según el vicecanciller brasileño, Antonio Patriota, Portugal será el encargado de preparar "un texto" para una resolución sobre las elecciones, mientras el ministro de Relaciones Extranjeras de Argentina, Jorge Taiana, declaró que "las elecciones no pueden ser válidas si son efectuadas sin el restablecimiento del presidente constitucional", Manuel Zelaya.
Esta posición está respaldada por las delegaciones de Brasil, España, Ecuador, Bolivia, Paraguay, Guatemala, Venezuela, Nicaragua y Cuba.
El vicepresidente y canciller de Panamá, Juan Carlos Varela, reafirmó en Estoril que su gobierno reconocerá la legitimidad de las elecciones "si todo culmina como ha comenzado".
Considerando que "es un paso muy importante para salir de la crisis, no lo es todo, pero es un paso muy importante", añadió.
El caso de Honduras y el conflicto entre Colombia y Venezuela por el acuerdo que Bogotá firmó con Estados Unidos para que militares estadounidenses utilicen siete bases militares colombianas constituyen los principales conflictos que están presentes en las conversaciones de los mandatarios en Estoril. Fin