Las inversiones ambientales pueden ser lo que se necesita para alcanzar un modelo productivo más estable, seguro y previsible, y por tanto será una de las prioridades de la presidencia española de la Unión Europea (UE).

En la ceremonia inaugural de la quinta ronda de las Negociaciones de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se celebra del 2 al 6 de este mes en Barcelona, la vicepresidenta primera del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, se refirió al tema.

Señaló que "tenemos que ser capaces de ponernos de acuerdo en una acción contundente, global y concertada de respuesta al cambio climático”, añadiendo que “quizás más que nunca antes en nuestra historia, la cooperación global no es una obligación, es una necesidad, es una imperiosa necesidad".

Anunció que España aportará 100 millones de euros adicionales entre 2010 y 2012 con la intención de reforzar los llamados esfuerzos tempranos, en la transición a un desarrollo no intensivo en carbono y que no agrave el problema del cambio climático.