Las Fuerzas Armadas golpistas de Honduras se pusieron hoy a la orden del Tribunal Supremo Electoral (TSE) para apoyarlos en la realización de las elecciones del 29 de noviembre después que derrocaron al presidente Manuel Zelaya.

En una ceremonia en una unidad militar de Tegucigalpa, los militares brindaron el respaldo para la custodia y traslado de 15.269 urnas.

En el evento, el presidente de facto Roberto Micheletti dijo que "dando cumplimiento a un mandato de la Constitución, estoy poniendo a nuestras Fuerzas Armadas y policía, a la disposición para garantizar el libre ejercicio del sufragio, la custodia, el transporte, la vigilancia de los materiales electorales".

Agregó que confía "en la capacidad y responsabilidad de nuestras Fuerzas Armadas, auxiliadas por nuestra policía, en que cumplirán su misión".

Los hondureños están convocados para elegir a un presidente y tres designados, 128 diputados al Congreso, 20 al Parlamento Centroamericano (Parlacen) y 298 alcaldes, en unas elecciones fuera de la legalidad, que no serán reconocidas por la comunidad internacional.

En los comicios se utilizarán más de 5.000 centros de votación en los 18 departamentos de ese país. 

El presidente golpista, Micheletti, aseguró que "el ejercicio del sufragio es un derecho social imperturbable por ninguna voluntad interna o externa, es una advertencia, porque sin elecciones sencillamente no hay democracia".

Agregó que el proceso "ha sido irracionalmente objetado y condicionado por intereses políticos internacionales, pero las elecciones serán en la fecha prevista y ninguna voluntad humana nos hará cambiar ese propósito". 

El TSE inició el fin de semana la capacitación de 190.000 delegados de cada partido político, que estarán en cada mesa donde se colocarán las urnas.

Unos 4,5 millones de hondureños están registrados para votar. Fin