El gobierno mexicano precisó hoy que en la crisis política de Honduras no ha defendido a individuos -refiriéndose al presidente Manuel Zelaya- sino la vigencia de las instituciones democráticas.

La canciller mexicana Patricia Espinosa dijo ante el Congreso que "México ha actuado de manera decidida con apego a sus principios y tradición diplomática en la defensa de las instituciones democráticas en Honduras".

La secretaria de Relaciones Exteriores compareció este martes ante el Congreso como parte del análisis del tercer informe de gobierno del presidente Felipe Calderón.

En un comunicado emitido el domingo, el gobierno golpista hondureño de Roberto Micheletti lanzó un ultimátum a los gobiernos de México, España, Argentina y Venezuela a reconocerlo y cumplir con los procedimientos protocolarios.

En caso contrario, los conminó a retirar de los locales que ocupaban las embajadas de los países señalados, entre otras cosas, "los distintivos y banderas que identificaban a sus estados, derecho privativo de los países que mantienen relaciones diplomáticas entre sí".

El gobierno mexicano dijo anoche que los locales diplomáticos son inviolables, y que el personal diplomático y consular goza de los privilegios e inmunidad otorgados por el derecho internacional.

Espinosa explicó al Congreso que "aún antes de la ruptura del orden constitucional, México había iniciado gestiones diplomáticas para enfrentar un proceso que auguraba graves consecuencias regionales; promovimos desde el inicio un firme pronunciamiento del Grupo de Río por la situación en Honduras".

Agregó que "hemos coordinado a lo largo de las semanas pasadas los esfuerzos diplomáticos del grupo en favor de una solución al conflicto". Fin