La administración Obama condenó ayer con firmeza las pruebas realizadas por Irán con misiles de largo alcance y señaló que este "comportamiento provocador" sólo logrará aislar al país de la comunidad internacional.

Robert Gibbs, portavoz de la Casa Blanca, comentó que "incluiría todo esto en la naturaleza provocadora con la que Irán ha actuado en el escenario mundial durante varios años", y que Irán "puede seguir sólo dos caminos: continuar en el camino en el que se encuentran, o tomar la decisión de alejarse de su programa de armas nucleares y generar confianza en el mundo".

Después de una serie de pruebas con misiles de corto alcance, Irán hizo ayer un lanzamiento de prueba del misil de largo alcance Shahab-3 y del misil tierra-tierra Sajil, ambos con capacidad para alcanzar objetivos en Israel, en el sur de Europa y en la mayoría de los países árabes.

Las pruebas de misiles de Irán fueron realizadas a pesar de la creciente presión internacional sobre su programa nuclear y de misiles. Altos diplomáticos de Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania se reunirán el jueves en Ginebra, la capital de Suiza, con el jefe negociador nuclear de Irán, Saeed Jalili.

El lunes pasado, el gobierno iraní admitió la existencia de una segunda instalación de enriquecimiento de uranio cerca de la ciudad de Qom, a cerca de 160 kilómetros al suroeste de Teherán, y el presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad dijo que la tecnología nuclear pacífica es "un derecho legal y definitivo (de Irán) y que (el país) no discutirá estos derechos innegables".