El ministro de Defensa de Brasil, Nelson Jobim, descartó hoy la posibilidad de que el país envíe tropas para proteger a su embajada en Tegucigalpa, cercada por militares hondureños.
El ministro sostuvo que la solución al conflicto causado por la presencia en la embajada brasileña del presidente derrocado de Honduras, Manuel Zelaya, será "exclusivamente diplomática".
El gobierno de facto de Honduras dio un ultimatum a Brasil, dándole 10 días de plazo para que defina la situación de Zelaya como asilado, so pena de que la embajada pierda su condición diplomática, lo que hizo temer alguna acción directa contra ella.
"Evidentemente, los hondureños tendrán la lucidez de disponer la salida de los brasileños antes de hacerlo", dijo Jobim y agregó que no hay "ninguna posibilidad de que se piense en movimientos armados".
El ministro señaló que la única posibilidad de que se use a las Fuerzas Armadas en el conflicto diplomático es que hubiera una declaración de guerra, lo cual es "inviable".
El ministro, que está en Rio de Janeiro para participar en la Conferencia Atlántica Internacional Nuclear (Inac, en inglés), señaló que el programa nuclear brasileño tendrá siempre finalidades pacíficas.
Los principales ejes de ese programa son la defensa, con la construcción de un submarino con propulsión nuclear, con fines disuasivos, la producción de energía y su aplicación en tecnologías médicas y farmacológicas. Fin