Al menos 10 muertos y 51 heridos, 18 de ellos de gravedad, dejó tras de sí el tornado que azotó la madrugada de ayer martes la provincia de Misiones, en el norte de Argentina.

El tornado arrasó viviendas y provocó la caída de árboles y postes de energía y teléfonos en las localidades de Tobuna y San Javier, así como en San Pedro, cerca de la frontera con Brasil, según comunicó el ministro provincial de Salud, José Guccione.

La presidenta Cristina Fernández anunció que viajará hoy miércoles a Misiones para evaluar en persona la asistencia oficial que se destinará a las zonas devastadas por el temporal, mientras que el ministro de Salud, Juan Manzur, también viajará a la zona devastada con funcionarios de su cartera para coordinar las tareas de ayuda.

El gobernador de la provincia, Maurice Closs, citado por la radio local, calificó de "totalmente atípico" el tornado en la zona, y dijo que fue "una catástrofe poco común, porque no hay antecedentes en la historia provincial de fenómenos de este tipo".

El director del Hospital SAMIC de la ciudad de Eldorado donde se hallan ingresados los heridos más graves, Klaus Jahke, dijo que las víctimas se encuentran estables, explicando que "tres de esos pacientes fueron internados en terapia intensiva con asistencia respiratoria, y otros seis tienen fracturas graves, mientras que los demás presentan traumatismos".

Policía, gendarmería y bomberos dispusieron una operación de seguridad en la zona afectada, que además había visto afectadas sus cominucaciones.